El creciente uso y aprovechamiento de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) conlleva una serie de prácticas nocivas que afectan al bienestar de los individuos, este es el caso del acoso virtual o ciberacoso. Desde 2015, con excepción de 2018, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realiza la iniciativa de Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA).
Este proyecto consiste en una muestra de población en la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), así se obtiene información estadística que permite conocer la prevalencia de este tipo de conductas, en general, las mujeres son las víctimas más frecuentes del ciberacoso.
Principales datos obtenidos en MOCIBA 2021
-21.7 % de los usuarios mayores de 12 sufrió ciberacoso, 17.7 millones de personas
-22.8 de cada 100 mujeres sufren de este tipo de violencia y 20.6 de cada 100 hombres
-35.7 % de los usuarios fue víctima de identidades falsas, 0.7pp más en relación con 2020
-33.1 % recibieron mensajes ofensivos, este es una disminución de 1.5 pp respecto a 2020
-25.5 % recibió contenido sexual, esto representó un incremento de 1.1 pp anual
El ciberacoso se refiere al uso intencionado de las TIC por parte de un individuo o grupo con el objetivo de ofender, humillar, amenazar o abusar de una persona. Cabe destacar que es una situación en expansión y esto amerita dimensionar su alcance para tomar acciones para prevenir o precautorias, tanto a nivel social como familiar e incluso en sector público.
Los estados con mayores incidencias son: Michoacán (28.8 %), Guerrero (26.8 %) y Oaxaca (26.4 %), en contraste, Quintana Roo (16.7 %), Ciudad de México (16.8 %) y Nuevo León (16.8%) son las entidades con menores índices de impacto. Por su parte, la brecha de género se acorta conforme los rangos de edad aumentan, puntualmente en el rango de 60 años.