Si hablamos de contaminación, el 2022 terminó con cifras desalentadoras. Según un informe de Global Carbon difundido en la COP27 (Egipto), las emisiones de dióxido de carbono (CO2) registraron su valor más alto: 40 mil 600 millones de toneladas.
De hecho, el mismo documento sostiene que de continuar con el actual ritmo de emisiones, solo existe un 50% de posibilidades de evitar que el calentamiento global supere el alza de 1.5°C antes de 2030.
En este escenario, el Consejo de política tecnológica global (ACM TPC) de la Association for Computing Machinery, en su informe “ACM TechBrief: Computing and Climate Change”, documento que describe la energía consumida por las Tecnologías de la Información y la Comunicación, señaló que entre el 1.8 % y 3.9 % de las emisiones globales de CO2 son atribuibles a las actividades de las TICs, llevando la huella de carbono de este sector a niveles comparables, e incluso mayores, a los de la aviación.
Una iniciativa que se encuentra en el centro de esta discusión es la descarbonización de los Centros de Datos, especialmente considerando el alto consumo energético de estas infraestructuras.
David Cerón, director de Venta Técnica y CTO para América Latina de Hitachi Vantara, explica que durante años se han estado aplicando tecnologías y procesos innovadores al desafío de ayudar a las organizaciones,
El proceso puede implicar modernizaciones de las cargas de trabajo adecuadas, ayudar a reducir la sobrecarga del sistema operativo y la huella de la infraestructura, con lo que, en algunos casos, se puede alcanzar hasta un 50 % de ahorro en la capacidad de las plataformas de almacenamiento de datos.
Otra alternativa es el reemplazo sin interrupciones de los controladores de almacenamiento a sistemas de próxima generación sin necesidad de migración de datos. Hacerlo permite a las organizaciones evitar proyectos de migración de datos que consumen mucho tiempo, y que requiere que los sistemas nuevos y antiguos se ejecuten en paralelo durante la fase de migración.
Estos procesos consumen una gran cantidad de energía, además de requerir refrigeración y espacio adicional, sin mencionar que pueden tardar meses en completarse.
Impulsar iniciativas de descarbonización en el centro de datos implica directamente modernización de infraestructura, operaciones ágiles, y mejoras en los niveles de servicio al negocio. Es una estrategia ganar-ganar.
Finalmente, cuando el objetivo es disminuir las emisiones de dióxido de carbono, lo que por añadidura puede implicar ahorros para las organizaciones, avanzar en la implementación de tecnologías ecológicas modernas y eficientes, es esencial para conseguir que las TICs se transformen en una industria sostenible y amigable con el medio ambiente.