Por NotiPress/Patricia Manero
Las armas fabricadas por impresoras 3D representan un alto riesgo para la seguridad de México, esto según información filtrada por Guacamaya Leaks. De acuerdo con información de NotiPress, un cable enviado a la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) por la embajada de México en Bélgica alertó a la dependencia para enfrentar situaciones de este tipo.
Ya que, la fabricación y tráfico de este tipo de armamento está evolucionando rápidamente en toda Europa, esto se debe a que actualmente existe una gran variedad de materiales que permiten la impresión de armas de forma rápida y barata. A esto se debe sumar que son difíciles de rastrear, ya que carecen de números de serie u otras medidas de seguridad.
De hecho, el cable difundido por Guacamaya asegura que estas armas no están orientadas a venderse entre grupos criminales, se proyecta que la demanda se concentre en personas que no cuentan con permisos para portar armas, ejemplo de ello son extremistas radicales o potenciales terroristas y en México el riesgo latente está con los cárteles de narcotráfico.
De dónde vienen las armas de plástico hechas con impresoras 3D
Fue Cody Wilson quien en 2012 reveló su plan de diseñar e imprimir armas 3D, estos artefactos bélicos de código abierto e iniciativa tenía el objetivo de masificar su uso con la capacidad de imprimirlas en casa. Todo ello respondiendo a la segunda enmienda de Estados Unidos, la cual establece el derecho de los individuos a portar armas.
Este criptoanarquista autoproclamado estudiaba Derecho en la Universidad de Texas por aquel entonces y fue en 2013, cuando el primer archivo de la pistola estuvo disponible en línea, el cual se podía descargar de forma gratuita, dicha información se hizo viral de inmediato, con más de 100 mil descargas en tan solo un par de días.
Este acontecimiento llevó al gobierno de Los Estados Unidos a exigir que Wilson eliminará el archivo de su sitio en línea y en 2018, tras cinco años de juicio, el expresidente Donald Trump, legalizó el uso de armas fabricadas con una impresora 3D. Ante dicha situación, la Secretaría de Defensa de México tendrá que tomar cartas en el asunto.