Por Kam Patel, vicepresidente global de la Estrategia de Centro de Datos en Commscope
En lo que se refiere a revoluciones industriales, la 4.0 es muy diferente, ya que mientras que las tres disrupciones anteriores se centraron en hacer que los procesos de producción sean más rápidos y eficientes. La más reciente se enfoca en integrar personas, información, así como los propios procesos, es decir tendrá una capacidad de alto impacto en toda la operación.
El revuelo en torno a la Industria 4.0 comenzó antes de que se acuñara el término en 2016, ya que aparece por primera vez en un documento estratégico de 2011 generado por el gobierno alemán para un plan de automatización en fabricación. Sin embargo, sus inicios se remontan a principios de la década de los 2000, con los ambientes interconectados.
Es importante destacar que la tercera revolución comenzó alrededor de 1969 y presentó el uso de la digitalización y tecnología. Si bien el motor fue la automatización de la manufactura, la era digital abrió la puerta a avances informáticos que han ido mucho más allá del ámbito de la productividad, todo esto derivó en el desarrollo de la Industria 4.0.
De hecho, tiene que ver con la fusión de recursos digitales, físicos y virtuales para crear procesos inteligentes. Es decir, es una forma de describir la difuminación de los límites entre los mundos físico, digital y biológico, mediante la inteligencia artificial (IA), robótica, impresión 3D, ingeniería genética, internet de las cosas (IoT) y cómputo cuántico.
Los tres grandes desafíos de la infraestructura de red en Industria 4.0
1-Rendimiento: Con dispositivos conectados, aumento en tráfico de datos y demanda de respuesta en tiempo real convergen derivando en desafíos de latencia y confiabilidad
2-Arquitectura: Crecimiento en conectividad descentralizada basada en el borde (edge), por ello, se requiere un mayor rendimiento en las redes físicas implementadas con cobre
3-Manejabilidad: Con arquitecturas de red más distribuidas y complejas, tanto el tiempo como costo de implementación y gestión irán en aumento de manera gradual
La Industria 4.0 tiene el potencial de empoderar a las empresas para controlar y comprender mejor cada aspecto de su operación, con ello, es posible aprovechar los datos instantáneos para aumentar su productividad, mejorar sus procesos e impulsar el crecimiento, de hecho, un ejemplo de esto es que 83 % de la población mundial tiene un teléfono inteligente.
En los siguientes años, el surgimiento de la Industria 4.0 creará un nuevo y amplio conjunto de oportunidades en todo el ecosistema de fabricación, distribución e integración. Las implicaciones con respecto a demandas en rendimiento de red, arquitecturas y diseño de componentes ayudarán a redefinir la infraestructura de la capa física tal como la conocemos.
Es importante contar con el respaldo de proveedores y canales de integración confiables, así como planes de capacitación de la fuerza laboral. Esto para enfrentar la falta de talento especializado en herramientas digitales, dicha situación afecta principalmente al sector de manufactura, así se recomienda emplear soluciones inteligentes de automatización.
Las tecnologías que impulsan estos procesos representan una combinación de soluciones orientadas a procesos con robótica avanzada, IIoT y fabricación aditiva. Ya sea para análisis de datos como big data, inteligencia artificial (IA), realidad aumentada, además de simulación de datos, donde estas tendencias están respaldadas por plataformas de red.