En la vida digital cotidiana es común escuchar términos como “web 2.0 o 3.0″ sin embargo aún no está muy claro en qué consisten y cuáles son sus principales diferencias, de hecho estas últimas van más allá de su alcance o funciones. Por su parte, la versión más reciente integra herramientas de control y protección, tanto de información como preferencias.
“A medida que se multipliquen los ejemplos de web 3.0 perderemos nuestro escepticismo ante ella. Siguiendo la evolución natural del internet, éste es el futuro, ya que los internautas sustentan el ecosistema en línea y es natural que disfruten de las soluciones que les dan la gestión que merecen sus datos” mencionó Moris Alhale, director General de Snapmuse.io.
En este sentido, la plataforma web 3.0 basada en comunidades digitales comparte su visión sobre la diferencia entre ambos conceptos, donde destaca que la última versión se distingue por su capacidad de empoderar al usuario. De hecho, Snapmuse.io es una plataforma digital para creadores y aficionados a redes sociales, la cual ya está disponible en América Latina.
“Lo que en su momento se llamó web 1.0 se dio entre finales de los 80 y 2005, también fue conocida como web estática, ya que se limitaba a la lectura consultiva, donde los usuarios no podían crear contenido. En esencia era académica y su principal objetivo era romper fronteras de acceso a información para democratizar el conocimiento” afirmó Alhale.
Un cambio de paradigma enfocado en la creación de contenido
Una diferencia que se dio con web 2.0, es que los usuarios pueden aportar al internet, pero con una capacidad limitada de gestión. Un ejemplo de esto es Wikipedia, donde los usuarios han creado un gran archivo de conocimiento humano, sin embargo, estas plataformas son controladas, en su mayoría, por grandes empresas donde el usuario comparte sus datos.
“Se deben instalar aplicaciones que ofrecen servicios supuestamente gratis pero recogen datos a manera de pago. Así los internautas forman parte de un ecosistema online, pero sólo las plataformas centralizadas que permiten esta participación se benefician de la información que los usuarios crean pero no obtienen nada a cambio” declaró el directivo.
En los últimos años, ha crecido la web 3.0 donde los datos de los usuarios se distribuyen de forma equitativa y segura en diferentes destinos, además se registra de forma transparente en “blockchain”. Este código criptográfico abierto y descentralizado garantiza, tanto la inviolabilidad como seguridad de los datos, así los usuarios son propietarios de su contenido.
“La web 3.0 es protección y personalización, es decir socialmente adopta los modelos de web 2.0 pero de forma más justa, transparente, además descentralizada. Con dicho esquema podemos acercar a los creadores de contenidos a su audiencia en una relación donde ambos se benefician, aprovechando nuevas herramientas digitales” concluyó Alhale.