Los centros de datos son el corazón digital de nuestro tiempo. Alojan la información que mueve gobiernos, empresas, redes sociales, servicios bancarios, salud, inteligencia artificial y mucho más.
Su crecimiento es una consecuencia directa de nuestro consumo digital diario. Tras esa expansión acelerada se esconde una huella ambiental considerable que plantea preguntas urgentes sobre el equilibrio entre progreso tecnológico y sostenibilidad.
Según el Data Bridge Market Research, el mercado de centros de datos se cotizó en 22.31 mil MDD en 2024 y se proyecta que alcanzará los 67.99 mil MDD para 2032.
Con una tasa de crecimiento anual compuesta del 14.94 % durante el período de pronóstico de 2025 a 2032.
Es por ello por lo que se estima una inversión directa de 7.053 MDD hasta 2027. Dividida en 3.089 MDD para el proceso de construcción y 3964 MDD en inversión que ya fue anunciada oficialmente.
Medición integral del impacto y caminos hacia la sostenibilidad
Más allá del caso mexicano, el problema es global. Los centros de datos ya consumen cerca del 2 % de la electricidad mundial, y se espera que esta cifra llegue al 4 % en la próxima década. Pero el consumo energético es sólo una parte del problema.
El impacto ambiental de estas instalaciones es multidimensional y debe abordarse de forma integral. Según un análisis riguroso en La Guía de Métricas de Sostenibilidad Medioambiental para Centros de Datos.
El documento recomienda considerar cinco categorías fundamentales:
1. Energía. Mide el consumo total y la eficiencia energética del centro de datos, así como el uso y la reutilización de fuentes renovables.
Indicadores como el PUE (Power Usage Effectiveness) y el REF (Renewable Energy Factor) ayudan a identificar oportunidades de optimización energética.
2. Emisiones de carbono (GEI). Considera las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero (alcances 1, 2 y 3). Incluyendo métricas como el CUE para monitorear la intensidad de carbono por unidad energética.
3. Uso del agua. Evalúa el consumo de agua tanto in situ como en la cadena energética. La eficiencia hídrica WUE (Water Usage Effectiveness) y los esfuerzos de reposición, clave en regiones afectadas por estrés hídrico.
4. Gestión de residuos. Cuantifica y clasifica los residuos generados, como los electrónicos o baterías. E incorpora métricas de desviación hacia reciclaje y reutilización en línea con la economía circular.
5. Impacto en el ecosistema local. Analiza efectos sobre el entorno natural, como uso de suelo, ruido, biodiversidad y especies, promoviendo prácticas de diseño que minimicen alteraciones al ambiente.
Alternativas desde Schneider Electric
Desde el lado técnico, el ecosistema de integradores y proveedores puede adoptar soluciones que reduzcan la huella ambiental, sin comprometer la continuidad operativa.
Algunos ejemplos del portafolio de Secure Power de Schneider Electric son:
- UPS Galaxy VL o VS. Sistemas modulares y escalables para data centers medianos y grandes.
- EcoStruxure IT. Plataforma para monitoreo en tiempo real del rendimiento, eficiencia y salud de la infraestructura crítica.
- Refrigeración líquida y soluciones prefabricadas. Desde centros de datos con enfriamiento directo al chip (DLC) hasta módulos modulares.
Además de mejorar la eficiencia térmica y reducir el uso de agua, deben acompañarse de una visión más amplia sobre el ciclo de vida de los componentes y materiales utilizados en los centros de datos.
Aquí es donde el diseño circular cobra relevancia integrando prácticas como el reacondicionamiento de módulos y el reciclaje de baterías. Así como la fabricación de componentes y acompañamiento en la gestión de residuos electrónicos.
Estas soluciones permiten a los socios ofrecer proyectos más eficientes, responsables y alineados con las nuevas exigencias del mercado y del entorno.
Se trata de diseñar infraestructura crítica con principios de eficiencia y sostenibilidad desde el inicio. Algo que hoy marca la diferencia en licitaciones gubernamentales, centros de datos empresariales, edge computing y servicios en la nube.
En un país donde el crecimiento digital convive con recursos naturales limitados, los asociados tienen una oportunidad y una responsabilidad de liderar con soluciones inteligentes, integradas y éticas.
Por José Alberto Llavot, gerente de Preventa y Desarrollador de Negocios en Schneider Electric para México y Centroamérica.