Desde inicios de este año, la inteligencia artificial (IA) se ha posicionado como una de las principales tendencias en la industria de tecnologías de la información (TI) y en la vida cotidiana de las personas. Sin embargo, es un concepto con el que la mayoría de los proveedores de ciberseguridad han venido trabajando desde hace algunos años.
Con IA, también se puede mejorar el rendimiento de las bases de datos de riesgos y amenazas. En este sentido tanto desarrolladores como mayoristas han consolidado su oferta de valor con herramientas proactivas, además han generado mejores prácticas de implementación, en algunos casos desarrollan plataformas de seguridad basadas en IA.
Una estrategia de protección de información más inteligente
Con un correcto uso de inteligencia artificial, aprendizaje de máquina o machine learning, es posible crear iniciativas de protección a lo largo de todo el ciclo de vida de la información. De hecho, algunos proveedores han creado redes neuronales de aprendizaje profundo que aprovechan su base instalada para ofrecer una protección proactiva más eficiente.
Por su parte, las empresas grandes y corporativos que ya emplean servicios cloud o big data si requieren de soluciones que integren soluciones como IA esto para dar seguimiento a sus procesos de transformación digital, entre ellas plataformas de ciberseguridad. Al respecto, algunos mayoristas han consolidado portafolios de protección de datos y mejores prácticas.
La importancia de hacer un uso responsables de la IA
Así, la industria TI debe enfocarse en ofrecer mejores soluciones a las organizaciones, esto de acuerdo con sus requerimientos. De hecho, se identifica a la IA como uno de los nuevos motores de la economía digital, sin embargo es importante asumir un enfoque de responsabilidad en su desarrollo, esto dentro de un marco ético, confiable y seguro.
En términos generales, un enfoque responsable en el desarrollo de inteligencia artificial permitirá crear un mundo más sustentable e inteligente pero esto debe ser un trabajo en colaboración entre sector público, sociedad e industria privada. A esto se debe agregar un marco regulatorio que permita corregir errores sin perder los beneficios que conlleva la IA.
Por un lado una mejor protección y por otro un mayor nivel de riesgo
La identidad de los usuarios es un factor clave en IA, ya que se puede generar información falsa de manera rápida y sencilla, en este sentido, los proveedores deben desarrollar mejores soluciones. También es posible optimizar plataformas de detección de vulnerabilidades, aprovechando su experiencia en el segmento de ciberseguridad.
Para algunos especialistas, aún falta tiempo para una democratización real de la IA, por ello los canales e integradores deben tener una mayor cercanía con los proveedores que tengan soluciones que mejor aprovechen dicha tendencia. Además debe identificar soluciones puntuales por vertical que les permitan generar mayor valor y ser más competitivos.