El 27 de abril se celebró el Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación con el objetivo de impulsar a las niñas y mujeres jóvenes a considerar la posibilidad de orientar sus estudios y profesiones al campo de las carreras en tecnología.
Según la Unicef, se observan mayores diferencias de género en áreas como ingeniería, manufactura y construcción, donde sólo el 7% de las mujeres optan por estos campos, en relación con el 21% de los hombres.
En cuanto a las TIC, solo el 3% de las mujeres se enfocan en esta área. Según un reporte de Uptime Institute, en la industria de centros de datos, únicamente el 10% de los puestos están ocupado por mujeres. ¿Cuál es la causa de esto y por qué es un problema? Y aún más importante, ¿qué podemos hacer al respecto?
Las razones podrían deberse a muchos factores, como la poca orientación vocacional hacia las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), los estereotipos, la falta de reconocimiento a mujeres destacadas que sirvan de ejemplo a las futuras generaciones, el tipo de enseñanza, poca información sobre las oportunidades profesionales en estos ámbitos, entre otros.
En la actualidad, la Fundación Equinix apoya a distintas organizaciones que ayudan a superar la brecha digital a través de distintas iniciativas, siguiendo cuatro pilares fundamentales: Conectar las comunidades en las que vivimos a las oportunidades de un mundo digital; Desarrollar competencias digitales y facilitar el acceso a la educación tecnológica; Facilitar la adopción de la tecnología garantizando al mismo tiempo un uso seguro y responsable; y ofrecer formación y oportunidades profesionales para trabajar en el sector tecnológico.
Un claro ejemplo de ello es el apoyo continuo a World Pulse, en el cual, la Fundación extendió su compromiso a largo plazo con una inversión de 100 mil dólares para ayudar a acelerar la inclusión digital de mujeres y niñas en todo el mundo.
Esta alianza ha tenido un impacto positivo, con personas como Sandra Muñoz (por mencionar algunas), que imparte educación en seguridad digital para niñas en México.
Este tipo de iniciativas pueden marcar la diferencia a la hora de involucrar y apoyar a niñas y jóvenes a ser la próxima generación de mujeres en tecnología.
La clave está en promover un enfoque integrador, que considere la perspectiva de género al impartir las habilidades y conocimientos necesarios para que las niñas puedan interactuar de manera efectiva en el mundo, y participar activamente en la fuerza laboral del futuro.