En 2024, México experimentó una baja gradual en la inflación, aunque sin alcanzar el objetivo del 3 %establecido por el Banco de México (Banxico).
Hacia finales del año, Banxico ajustó su pronóstico de inflación general a 4.7 %, superando el 4.4 %estimado previamente. La inflación subyacente, en cambio, cerró ligeramente por debajo, en 3.7 %.
Como ciudadanos, hemos sentido los efectos de la inflación en nuestra economía diaria.
Para 2025, los analistas proyectan una mayor desaceleración, acercándose al objetivo del 3 % en el último trimestre del año.
Según Citibanamex, la inflación general podría ubicarse en 3.75 %, mientras que la subyacente rondaría el 3.72 %. Esto promete mayor estabilidad en los precios y menor presión en nuestros bolsillos.
Banxico ha comenzado a recortar su tasa de interés de referencia, llevándola a 10.25 % en noviembre de 2024. Este movimiento podría traducirse en menores costos de financiamiento para las familias.
Sin embargo, no debemos bajar la guardia. La volatilidad de los precios de productos agrícolas, energéticos y posibles medidas comerciales de Estados Unidos representan riesgos latentes. Como sociedad, debemos mantenernos informados.
Aunque el panorama es positivo, Banxico advierte que la estabilidad completa requiere prudencia y monitoreo. En nuestras manos está aprovechar este contexto para tomar decisiones financieras más acertadas y proteger nuestra economía frente a posibles incertidumbres.
Por Eduardo Ramos, Market Analyst en VT Markets
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