Por: Paula Aguilera, ingeniera de Preventa de Nexxt Solutions Infrastructure para Latinoamérica
Subestimar la infraestructura de cableado estructurado puede ser nuestro primer y más grave error relacionado a temas de seguridad. Poder garantizar la transmisión de datos suficientes es uno de los puntos clave para tener la certeza de que nuestros sistemas de videovigilancia funcionan de manera adecuada.
Muchos de los problemas que están involucrados dentro de la ineficiencia de la infraestructura de cableado estructurado y la afectación de su vida útil, se deben a varios factores tales como, no elegir correctamente la categoría de desempeño, el no contemplar el crecimiento que va a tener el sistema de seguridad así como no prever el mantenimiento de la red, el no cumplimiento de la normativa internacional vigente en cuanto a ignorar las buenas prácticas de instalación y la búsqueda de ahorro en los componentes contra calidad y durabilidad; este último aspecto nos lleva a una realidad del mercado actual en cuanto a la sensibilidad del precio y es allí donde algunos integradores y usuarios finales buscan reducción de costos en las implementaciones y una de las formas es utilizar cables muy económicos con conductores de aluminio revestidos de cobre que se conocen como CCA (Copper Clad Aluminum).
El aluminio tiene una resistencia mecánica y eléctrica menor que el cobre, por lo que estos cables tienden a romperse y tener fisuras con mayor facilidad, además tienen menor tolerancia a las curvaturas. Por otro lado, las conexiones de terminación sobre el conector RJ45 tanto en el área de trabajo como en los patch panels, presentarán oxidación del aluminio reduciendo la resistencia del conductor y, por ende, presentando malas conexiones, que producirán problemas de Next, atenuación y pérdidas por retorno (RL).
De acuerdo con lo anterior, si por ejemplo, se instala un sistema de CCTV y se utiliza un cable de aleación de aluminio, se puede evidenciar, que en más del 90% de los casos, las imágenes transmitidas y almacenadas, no son las esperadas, generalmente con baja resolución y poca nitidez; estas características tienden a empeorar en cuanto las distancias de los enlaces son mayores, otro factor importante a tener en cuenta en las instalaciones que usan este tipo de cables, es que a lo largo del tiempo tienden a empeorar la calidad de la transmisión llegando incluso a la pérdida total de la conectividad.
Por otro lado, debemos tomar en cuenta que el cableado estructurado es un esfuerzo que conlleva bastantes recursos y no es sencillo de implementar. Ya sea para un sistema de seguridad en un edificio comercial o residencial, la inversión en logística y materiales no es algo que pueda tomarse a la ligera, se deben contemplar las distancias que se extenderá el cableado, el tipo de conexiones con equipos activos, la gestión en cuartos de telecomunicaciones y espacios abiertos, la cantidad de cámaras, sensores o equipos a implementar, entre otros aspectos.
Probablemente el software sea cambiado unas seis veces y el hardware en tres ocasiones, antes que se haga un cambio en la infraestructura física por lo cual su implementación o actualización debe contemplar este aspecto, ya que el cableado estructurado representa entre el 7% y el 10% de toda la inversión tecnológica implementada y es el responsable de aproximadamente el 75% de todas las fallas tecnológicas que se presenten en la red a lo largo de los años que dure su ciclo de vida útil.
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