En un mundo cada vez más interconectado, la tendencia hacia el Nearshoring se consolida como un fenómeno de impacto global.
México, ha emergido como un destino estratégico para la reubicación de operaciones empresariales.
Así, la ciudad fronteriza de Tijuana toma el papel protagónico como el epicentro de oportunidades.
La evolución de Nearshoring se atribuye a varios factores, entre ellos, la necesidad de una cadena de suministro más ágil y resiliente.
Así como a la proximidad cultural y geográfica, y a la creciente complejidad logística.
México se ha posicionado como un destino atractivo para las empresas que buscan implementar estrategias de nearshoring.
La estabilidad macroeconómica, la fuerza laboral cualificada y la ubicación geográfica son elementos clave que atraen a inversores de todo el mundo.
En este contexto, Tijuana destaca por su papel protagónico en esta revolución.
La ciudad fronteriza se ha convertido en un imán para las empresas que buscan aprovechar los beneficios del nearshoring.
Su cercanía y accesibilidad a los centros de consumo estadounidenses, como California, facilita una integración efectiva con las cadenas de suministro reduciendo costos logísticos. Además, cuenta con una mano de obra altamente calificada, especialmente en sectores clave como la manufactura, tecnología y servicios.
Actualmente, empresas coreanas, chinas y japonesas ocupan en conjunto el 18 % del espacio industrial en la región.
De acuerdo con algunos especialistas, Tijuana es el mercado industrial manufacturero más importante de la frontera norte de México.
Es una ciudad con condiciones climáticas adecuadas y con una mano de obra con experiencia en la industria médica, electrónica, mobiliario y automotriz.
El impacto del nearshoring en la ciudad, no se limita únicamente al ámbito empresarial
La creación de empleo, el desarrollo de habilidades y la mejora de las infraestructuras locales han experimentado un impulso significativo.
El tejido social de la ciudad se ve enriquecido a medida que las oportunidades laborales aumentan y se diversifican.
Ante ello, Cristina Hermosillo, presidenta del Desarrollo Económico e Industrial de Tijuana, Deitac, reveló que en el 2023 se invirtieron más de 700 mdd.
Refiriéndose a nuevas naves industriales, superando la meta estimada para ese año.
Resaltó la acelerada labor de los desarrolladores para generar parques industriales, anticipando una mayor actividad para el 2024.
Las oportunidades abundan, pero la gestión correcta de los gobernantes será fundamental para asegurar un crecimiento sostenible y beneficios duraderos para la comunidad local.
Tijuana es un ejemplo palpable de cómo el nearshoring puede ser un catalizador para el desarrollo económico y social.
