Desde la perspectiva de Sam Altman de OpenAI, la integración entre la inteligencia artificial y el talento humano se consolidará durante 2026. Donde la tecnología será la encargada de los procesos operativos, mientras las personas se enfocarán en replantear y definir estrategias.
En palabras del directivo, se trata de una verdadera evolución en la adopción de la IA donde ya no se limitará a la ejecución de tareas aisladas. Ya que funcionará de manera autónoma y dejará de depender de instrucciones constantes, eso lo afirmó como parte de una entrevista.
“Quiero decirle a la inteligencia artificial que es lo que quiero lograr, para que lo ejecute sin que tenga que estar todo el día mandando mensajes. Esto es un cambio profundo a nivel del trabajo, productividad y control, es decir estamos en un escenario donde la gente define sus metas, para que la IA las lleve a cabo”, acotó Altman.
Fue en una conversación con Alex Kantrowitz dentro del Big Technology Podcast, donde Sam Altman de OpenAI planteó dicho panorama. En el que, los asistentes de IA serán capaces de recibir un objetivo general y operar de forma autónoma, sin intervención humana continua.
Dicho planteamiento rompe con el modelo actual de uso de inteligencia artificial, que aún se enfoca en respuestas reactivas o hacer microtareas. Al respecto, el directivo mencionó que la fricción principal no es tecnológica, sino cultural y por ello se requiere capacitar a la gente.
Una cotidianidad más inteligente según Sam Altman de OpenAI
La implementación de agentes de IA en empresas de gran escala, será otro tema clave en el 2026, sin embargo se mantiene una noción errónea. Donde las personas piensan que van a perder relevancia en el ámbito profesional, pero Sam Altman de OpenAI piensa lo contrario.
En este sentido, muchas personas se resisten a colaborar con proyectos de IA ya que sienten que es una amenaza directa a sus actividades laborales. Esta percepción genera fricciones a nivel interno, retrasos y decisiones defensivas, incluso cuando sus beneficios son evidentes en términos financieros.
“Dicho cambio no es una eliminación del trabajo humano, sino una reconfiguración donde el rol central de las personas serán definir prioridades. Además de evaluar resultados y tomar decisiones estratégicas, mientras la ejecución diaria queda en manos de los sistemas de inteligencia artificial”, finalizó el directivo.
Por esto, Sam Altman de OpenAI señaló que gran parte del potencial de la IA permanece sin aprovecharse, debido a que la gente no adecua su forma de trabajar. Desde su punto de vista existe un rezago significativo, ya que la tecnología va más rápido que la capacidad humana.
Para conseguirlo, es necesario reorganizar tanto los procesos como las mentalidades para así evolucionar hacia un modelo donde la IA ejecute los proyectos de las personas. Finalmente, se hizo énfasis en que dichos agentes de IA reducirán drásticamente la intervención humana.
Por Sergio F. Cara/Notipress