El pasado 2 de mayo se celebró el Día Internacional contra el acoso escolar que, como cada año, desde el 2011, vela por los intereses de todos aquellos jóvenes y niños para garantizar su bienestar y seguridad; aspectos vitales para el desarrollo integral.
Y es que el acoso escolar o bullying es un grave problema que necesita ser solucionado; afortunadamente, tecnologías como los sistemas de seguridad para escuelas y los sistemas de gestión de video pueden ayudar a evitarlo gracias a su potencial de supervisión e investigación.
Un estudio reciente publicado por Bullying sin Fronteras revela el dramático crecimiento del número de casos y denuncias. México ocupa el 1er lugar a nivel mundial, ya que los números auditados revelan un total de 270 mil casos de bullying y ciberbullying, lo que representa un incremento del 50% con respecto al año pasado (180 mil).
Por otra parte, reportes del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, revelan un crecimiento de casos en un 347 % durante el periodo enero-febrero de 2023, en comparación con el mismo periodo de 2022 a nivel nacional, en los que 7 de cada 10 niños y adolescentes sufrieron de algún tipo de acoso todos los días, convirtiéndose en un tema central por atender.
Genetec es consciente de esta problemática y reconoce que la seguridad en recintos escolares es una preocupación latente que requiere de atención inmediata. Incrementar el número de dispositivos y/o sistemas de seguridad dentro de las escuelas, se vuelve una necesidad inmediata.
El aumento de sensores o dispositivos instalados ayuda a prevenir y responder eficazmente a problemas como las intrusiones, el vandalismo, los pequeños robos y el acoso escolar.
Un ejemplo de la implementación de sistemas de seguridad para escuelas, es el Gobierno de Nuevo León que, junto con representantes de 25 municipios, comparten programas de seguridad y videovigilancia, como medidas preventivas de seguridad física de una escuela.
El personal administrativo de cada institución puede administrar el sistema VMS por sí mismo, por lo que no tiene que pasar por trámites burocráticos y largas esperas para acceder al vídeo, el cual también puede integrarse al sistema de videovigilancia de los autobuses escolares.
Una práctica eficaz puede ser que, en el caso de que algún niño desaparezca y que el resto de los compañeros niegue el haber hablado con él, se puede ir directamente a los datos obtenidos por los sistemas de VMS y saber con quién habló y cuáles fueron sus comportamientos al interior del colegio días previos al suceso.
Otras soluciones como el control de acceso permiten gestionar fácilmente el flujo de personas que entran en nuestros edificios y limita las puertas por las que pueden entrar, lo que disminuye muchos retos y la posibilidad de que haya un intruso en la escuela.
El uso de la tecnología a nuestro favor no se limita a la integración de dispositivos que incluso no son propios a un sistema de seguridad; el uso de ellos puede ser parte de un protocolo que contribuya a este ejercicio de seguridad y resguardo de alumnos; por ejemplo, altavoces e intercomunicadores IP alrededor de un complejo, pudieran ser un elemento clave en un evento de acoso mediante un botón de pánico, o bien, el alumbrado que pueda encenderse ante una alerta de seguridad, como el elemento disuasivo del acosador.
La mayor amenaza dentro de los recintos de estudio son los seres humanos: los empleados y los alumnos. Si un profesor no cierra la puerta de su aula y si un alumno trata de salir por alguna puerta a la calle, son cosas que siempre hay que vigilar. Para combatirlo, hay que implementar medidas de seguridad en escuelas a través de tecnología, además de impulsar la educación en seguridad mediante protocolos y asegurarse de que el personal está preparado.