Con la reunión entre Tsai Ing-Wen y Nancy Pelosi se busca demostrar la solidaridad entre ambos estados, esto se da en un contexto donde China condena el encuentro, ya que se trata de un territorio reclamado como parte del gigante asiático. La visita se da después de 25 años y representa una amenaza tanto para la paz como la estabilidad en la región, de hecho Beijing ha advertido que esta iniciativa será tomada como una provocación.
El encuentro, es el primero que se registra desde 1979, por ello el Ministerio de Asuntos Exteriores de China mencionó que había presentado una enérgica protesta ante Estados Unidos, incluso afirmó que la visita de Pelosi perjudica gravemente tanto la paz como la estabilidad en la zona del Estrecho de Taiwán. A esto se debe sumar, el deterioró que implica en la relación bilateral entre Estados Unidos y China así como los conflictos bélicos globales.
Los primeros informes sobre el incidente de ciberseguridad revelan que se registró un incremento en el tráfico en la página web de la Presidencia de Taiwán, 200 veces mayor a las visitas normales, lo cual es un comportamiento atípico. Aunque no se puede descartar un mayor número de visitas debido al encuentro oficial, dado el contexto sociopolítico, las miradas se dirigen a China, ya que tiene un historial de ataques digitales contra la isla.
Estos ataques van dirigidos a dependencias públicas e infraestructuras críticas, una situación similar se dio entre Rusia y Ucrania antes de la invasión. De hecho, el ejército chino anunció simulacros, tanto aéreos como marítimos en los alrededores de Taiwán, además del lanzamiento de prueba de misiles convencionales en el mar al este de la isla, dichas operaciones se estarán realizando desde el jueves hasta el domingo próximo.