Durante 2022 ha surgido una tendencia denominada la Gran Reestructuración, que contempla que 43% de la fuerza laboral piensa cambiar de empleo o salir de la industria en la que se desempeña al menos durante el siguiente año. Esta transición implica un reto para los especialistas de recursos humanos, en términos de complejidad administrativa, lo cual se suma a otros procesos como la realidad híbrida.
Con estas nuevas tecnologías uno de los principales desafíos es la seguridad donde la gestión del riesgo se vuelve más crítica mientras más se amplían los ecosistemas digitales con la intermitencia en su base de colaboradores. Es decir, las propiedades digitales de las empresas están creciendo y rompiendo sus fronteras, esto hace prácticamente imposible anticipar y resolver los incidentes de acceso en las empresas y su cadena de suministro.
De este modo, Microsoft Entra busca proteger el acceso para cada cliente, socio y empleado, así como los microservicios, sensor, red, dispositivo y base de datos, todo esto de una manera sencilla y unificada, esto también permite una mejor toma de decisiones fundamentadas con datos, con una evaluación de riesgo en tiempo real. Es así como la solución de identidad y gestión de acceso, IAM, por sus siglas en inglés, se basa en la plataforma Microsoft Azure Directory.
Otra funcionalidad relevante es la gestión de permisos en ambientes multinube, así proporciona una visibilidad total de las identidades de acceso, con la aplicación del principio de menor privilegio en Microsoft Azure, Amazon Web Services y Google Cloud Platform. También es posible establecer interacciones digitales seguras que respeten la privacidad con una identidad descentralizada abierta, confiable e interoperable para una mejor operación de las áreas de RH.
Con la administración inteligente e intuitiva de las credenciales de Identity Governance se da seguimiento al ciclo de vida de la identidad en los procesos de contratación y despido de empleados. Así se automatiza la asignación y gestión de los derechos de acceso, monitoreando cambios en los atributos de usuario. De este modo, la Gran Reestructuración es prueba de que las organizaciones deben poner más atención a la experiencia del empleado.