En la era digital y la conectividad movil, los smartphones son fundamentales para el ejercicio de derechos como la educación, salud y laboral, entre muchos más.
En México esto se manifiesta más, tal que un creciente número de personas (95 % con una línea móvil) acceden desde sus smartphones a servicios básicos. Y se hacen partícipes de la economía y de la sociedad digitales.
No obstante, no todos los hogares mexicanos tienen acceso a las mismas capacidades tecnológicas. Eso erige nuevas disparidades en conectividad y acentúa la desigualdad socioeconómica.
Disparidad en el gasto de conectividad móvil
El análisis del gasto de los hogares mexicanos en conectividad móvil revela disparidades significativas. Tanto en el ejercicio de recursos para la adquisición de smartphones, como en servicios.
Cifras de la ENIGH de 2022 evidencian que los hogares más ricos destinan 9688 pesos trimestrales en smartphones y servicios móviles. Mientras los hogares más pobres apenas alcanzan los 1447 pesos.
Este contraste en conectividad se acentúa cuando se considera el gasto en proporción al ingreso:
Los hogares del decil más bajo destinan 10.2 % de su ingreso corriente a la conectividad móvil, mientras que los del decil más alto apenas gastan el 4.7 %.
En otras palabras, en cifras absolutas los hogares más ricos destinan más recursos para acceder a la conectividad móvil. Sin embargo, aquellos de menores ingresos dedican una mayor proporción de su presupuesto a la compra de dispositivos., Generalmente de gama baja, y a servicios de comunicación móvil.
Esto abre una nueva dimensión en la brecha de conectividad. Los hogares más ricos adquieren dispositivos más avanzados, gastando una proporción menor de sus ingresos.
Esta diferencia no sólo es resultado de la desigualdad económica originaria. Se extiende a una forma de exclusión digital que limita que los sectores más desfavorecidos puedan aprovechar las ventajas de la conectividad móvil.
Smartphones con plenas capacidades para todos
Durante la pandemia de COVID-19, dos tercios de los estudiantes mexicanos utilizaron un smartphonecomo su principal herramienta para asistir a clases en línea.
Independientemente de la condición económica de cada estudiante, es entonces medular garantizar todos cuenten con dispositivos inteligentes. Sobre todo con capacidades óptimas para el máximo aprovechamiento en sus diversos procesos y aplicativos.
Para cerrar esta dimensión en el acceso a la conectividad móvil y garantizar que todos los mexicanos tengan acceso a equipos y servicios con plenas capacidades, es crucial implementar políticas públicasque reduzcan las barreras económicas.
Hacia una conectividad móvil equitativa
Entre las medidas para alcanzar este cometido, The SIU sugiere instrumentos fiscales como la eliminación de impuestos al consumo de dispositivos móviles. Así como de servicios de telecomunicaciones, especialmente aquellos dedicados a la educación y a la salud.
Además, los subsidios dirigidos a los hogares de menores ingresos podrían facilitar el acceso a dispositivos más avanzados.
Y programas como los de financiamiento gubernamental podrían ofrecer soluciones de largo plazopara mejorar las condiciones de conectividad de sectores bajos.
La tecnología móvil es habilitadora fundamental de derechos y oportunidades, pero en México, las condiciones en su acceso siguen siendo desiguales.
Si no se abordan estas disparidades, la brecha digital seguirá ampliándose, perpetuando las diferencias y limitando el desarrollo social y económico del país.
El gobierno y la iniciativa privada deben trabajar en conjunto para diseñar e implementar mecanismos que garanticen un acceso más equitativo a la tecnología.
Asegurando que todos los mexicanos puedan beneficiarse de las oportunidades que ofrece la conectividad móvil.
Por Ernesto Piedras, director general de The CIU