A nivel de protección de información, se están abriendo nuevas áreas de vulnerabilidad. Es de este modo que, la ciberseguridad e inteligencia artificial son claves para las elecciones de Estados Unidos, la adopción de esta tendencia abre diversas áreas de riesgos.
Ya que, las elecciones presidenciales de Estados Unidos para este 2024 estarán marcadas por la influencia de la IA.
La dimensión del problema es compleja, ya que de acuerdo con la U.S. Census Bureau, la población total de EU es de poco más de 337 millones de habitantes.
“La inteligencia artificial además de potenciar la generación de desinformación a gran escala, facilita la creación de contenidos falsos. Con una velocidad y alcance sin precedentes, lo cual impacta en la confianza del electorado”, declaró Israel Gutiérrez, country manager de A3Sec.
Uno de los mayores peligros de ciberseguridad de la inteligencia artificial en las elecciones de los Estados Unidos. Consiste en el uso malintencionado que las personas hacen de ella.
Ya existen antecedentes sobre la capacidad de dicha tecnología, para tener un alto impacto en la percepción pública, esto plantea desafíos para la seguridad electoral.
De esta manera, las proyecciones indican que aproximadamente 244 millones de ciudadanos estarán habilitados para votar. Aunque, se espera que la cifra efectiva de votantes sea de 162 millones de personas, el riesgo del uso de la IA para crear noticias o contenido falso es alto.
“El potencial de la IA para crear deepfakes realistas representa una seria amenaza, es un reto identificarlas. Esto puede desencadenar una desconfianza en las instituciones democráticas, especialmente en un entorno político polarizado como en Estados Unidos”, acotó Gutiérrez.
¿Qué riesgos de ciberseguridad tiene la inteligencia artificial en las elecciones?
A través de videos, imágenes y audios que imitan a personas reales, para engañar al público con información falsa, se puede manipular el proceso. Es así que la inteligencia artificial y la ciberseguridad son clave en las elecciones de Estados Unidos y para todos los demás países.
Estos denominados “ultrafalsos” pueden distorsionar el diálogo político. Al crear momentos virales sobre situaciones, posicionamientos y declaraciones que nunca ocurrieron.
Un claro ejemplo es el video falso de Joe Biden imponiendo el servicio militar obligatorio, lo que generó un gran revuelo en redes sociales.
“Para que estas herramientas de protección sean realmente efectivas, es fundamental que las autoridades electorales tengan acceso a ellas. Y estén capacitadas para utilizarlas, ya que de lo contrario, estarán en desventaja frente a los grupos del cibercrimen”, señaló Gutiérrez.
Otro ejemplo del nivel de riesgo, en ciberseguridad de la inteligencia artificial en las elecciones de Estados Unidos.
Es el deepfake que circuló ampliamente, donde se mostraba a la senadora Elizabeth Warren sugiriendo que se prohibiera votar a los republicanos en 2024.
La desinformación es una herramienta poderosa que influye en la opinión pública del país. Con mayor impacto entre audiencias vulnerables, con escasa experiencia digital, además de falta de comprensión de los procesos electorales.
“La clave está en aprovechar las mismas herramientas y garantizar que los votantes puedan confiar en la información que reciben. La batalla entre quienes usan la IA para subvertir la democracia y aquellos que buscan protegerla apenas está comenzando”, finalizó el directivo.
