Según Zippia, mientras las mujeres ocupan el 48 % de los puestos en el mercado laboral en general, sólo representan el 24 % de los profesionales de la ciberseguridad. En los puestos de liderazgo, las cifras son similares: sólo el 16 % de los vicepresidentes en la industria de la ciberseguridad son mujeres.
Esta disparidad no es sólo un problema de acceso a la industria, sino también de percepción.
Niñas y mujeres jóvenes ven en la ciberseguridad una carrera falta de representación, con estereotiposde industria y barreras sistémicas.
Pero abrirse camino en la ciberseguridad también implica redefinir el futuro de la defensa digital con perspectivas diversas, soluciones innovadoras y un liderazgo inclusivo.
A pesar de los desafíos, muchas mujeres han alcanzado puestos de liderazgo en ciberseguridad. Por ejemplo, en Check Point Software, ocupan el 44 % de los puestos de liderazgo más altos, supervisando al 78 % de los empleados.
“Cerrar la brecha de género en ciberseguridad no es sólo una cuestión de igualdad. Debemos asegurarnos de que las carreras en ciberseguridad sean accesibles y atractivas para las mujeres. Esto implica educación, desarrollo profesional, medidas de contratación inclusivas y programas de mentoría”, destacó Maya Horowitz, vicepresidenta de Investigación en Check Point Software.
La ciberseguridad necesita más mujeres, pero ¿dónde están?
Si la ciberseguridad necesita desesperadamente talento y las mujeres han demostrado su capacidad de liderazgo:
¿Por qué no hay más entrando en este sector? Las barreras son profundas y tienen múltiples factores.
–Falta de exposición temprana y brechas en la educación STEM. A pesar de los avances, las mujeres siguen siendo minoría en disciplinas STEM como informática, ingeniería y tecnología.
Aunque las mujeres representan el 44 % de quienes obtienen un doctorado, sólo el 33 % continúa en roles de investigación. Esto según el informe de la UNESCO “To be Smart, the Digital Revolution will need to be Inclusive”.
Para enfrentar este problema, Check Point Software ha lanzado varias iniciativas para acercar la ciberseguridad a las niñas desde una edad temprana, entre ellas:
- SecureAcademy Program. Integración de la ciberseguridad en los planes de estudio universitarios.
- Graduate & Mentorship Programs. Programas de formación, networking y desarrollo profesionalpara mujeres jóvenes que inician su carrera en el sector.
-Barreras de percepción y confianza. Muchas mujeres jóvenes aún no ven la ciberseguridad como una carrera viable. La cultura hacker de la industria y su imagen dominada por hombres pueden resultar intimidantes. Alejando a muchas antes, incluso, de considerar entrar al sector.
–Desafíos en la progresión profesional. Incluso cuando las mujeres entran en el sector de la ciberseguridad, enfrentan dificultades para ascender.
A pesar de ser igual de productivas, tienen menos probabilidades de ascender a puestos senior. Y reciben un 25 % menos de financiación para investigaciónque los hombres. Según el mismo informe antes mencionado.
Por eso, los programas de mentoría y formación en liderazgo son fundamentales para avanzar en este sector. La ciberseguridad no es sólo hackeo y programación, sino resolver problemas, gestionar riesgos y proteger comunidades digitales.
Fomentar que exploren roles diversos desde seguridad basada en IA hasta derecho digital, puede aumentar el interés y la participación en el sector.
“La ciberseguridad es un campo extremadamente dinámico donde la creatividad y la innovación son clave. Las nuevas perspectivas son esenciales para adelantarnos a los ciberdelincuentes. Al atraer a más mujeres al sector, no solo abordamos la escasez de talento, sino que también mejoramos la resolución de problemas y los resultados en seguridad”, finalizó Nataly Kremer, Chief Product Officer & Head of Research & Development en Check Point Software.