La inteligencia artificial generativa (GenAI) se ha posicionado como uno de los motores más influyentes de la transformación digital empresarial.
Su impacto va más allá de la productividad individual: redefine procesos, automatiza operaciones complejas. Y crea nuevas formas de interacción con datos, usuarios y sistemas.
Sin embargo, en el ámbito de la ciberseguridad, GenAI plantea una doble cara.
Licencias OnLine analiza y se plantea: ¿Estamos frente a una aliada imprescindible para la defensa digital o ante un riesgo que aún no comprendemos del todo?
De GenAI, presente y futuro
La GenAI se refiere a sistemas de inteligencia artificial capaces de crear contenido nuevo como texto, imágenes o código a partir de modelos de lenguaje avanzados.
En el entorno empresarial, esta tecnología se está aplicando a múltiples áreas:
Desde asistentes digitales que redactan correos o resumen documentos, hasta plataformas que automatizan procesos y predicen escenarios operativos.
Actualmente su adopción ya se refleja en herramientas como Microsoft Copilot, Adobe Firefly y soluciones empresariales que integran IA en los flujos de trabajo.
La aceleración de esta adopción es clara. De acuerdo con datos del Bonus Track Tendencias LOL 2025, el 87 % de los ejecutivos prevé crecimiento de ingresos gracias a la IA en los próximos 3 años.
Con esto se comprueba que cada vez más organizaciones trabajarán con modelos personalizados de GenAI. Adaptados a requisitos específicos y ambientes reducidos.
De acuerdo con el reporte de LOL, se proyecta que en los próximos años el 85 % de las interacciones de las empresas con sus clientes estarán automatizadas. Y que más del 50 % de los datos serán gestionados de forma autónoma, según información de Oracle.
Este grado de automatización supone beneficios evidentes: eficiencia, escalabilidad y reducción de tareas repetitivas.
Sin embargo, también exige nuevas capacidades, especialmente en escenarios donde la seguridad y la gobernanza digital aún evolucionan.
De hecho, como advierte Eset: “así como la IA aporta nuevas herramientas para detectar, prevenir y responder a amenazas, también amplía las capacidades de los actores maliciosos”.
Este panorama ha hecho que el 72 % de los ejecutivos encuestados en Latinoamérica por PWC aumentaran su inversión en GenAI para ciberseguridad sólo en el último año.
Ciberseguridad es una realidad y urgencia
En ciberdefensa, las herramientas con GenAI ya se integran en soluciones como Azure Sentinel, AWS GuardDuty, Check Point Infinity y Trend Micro Vision One.
Estas plataformas utilizan algoritmos avanzados de machine learning para detectar amenazas en tiempo real. También para reducir falsos positivos y activar respuestas automatizadas ante posibles incidentes.
La promesa es clara: más velocidad, más precisión, menos exposición. Pero el riesgo también lo es: la capacidad de estas herramientas depende de su correcta implementación, monitoreo y entrenamiento constante.
De hecho, el mismo informe de LOL señala un aspecto crítico: la escasez de talento especializado en IA y ciberseguridad representa un punto de vulnerabilidad.
En muchos casos, las organizaciones adoptan estas tecnologías sin contar con equipos preparados para configurarlas, gobernarlas o incluso comprender sus implicaciones operativas.
Esto puede convertir a la GenAI en un ‘riesgo encubierto’, especialmente si se implementa como una ‘solución mágica’ sin una estrategia clara detrás.
Por otro lado, Licencias Online destaca la evolución de sus socios hacia modelos como Smart Partnering. Donde el distribuidor no sólo entrega tecnología, sino que actúa como Managed Service Provider (MSP).
Ofreciendo soporte continuo, análisis preventivo, ciberprotección avanzada y servicios de valor agregado.
Estos partners tienen la capacidad de guiar a las empresas en una adopción segura, escalable y responsable de la inteligencia artificial. Alineada con objetivos de negocio y regulaciones de seguridad.
El mayorista recalca que el aumento de la automatización y la IA debe ser acompañado de una planificación responsable, monitoreo permanente y gobernanza clara.
Sin estos componentes, incluso la herramienta más sofisticada puede amplificar los riesgos en lugar de mitigarlos.
La GenAI está aquí para quedarse, y su rol en la ciberdefensa seguirá creciendo. La diferencia estará en cómo se use, quién la gestione y con qué propósito se integre.
En este punto, el socio tiene la oportunidad —y la responsabilidad— de convertirse en el verdadero guardián digital del ecosistema empresarial.