Por Daniel Scarafia, director Regional Hitachi Vantara América Latina
Sabemos que la arquitectura por excelencia que va a predominar en el mercado este 2022 será la nube híbrida.
Por ello, los más recientes lanzamientos de mercado, por parte de los mayores actores de la industria tecnológica, se orientan a potenciar este tipo de servicios, en donde la clave del éxito radica en simplificar la gestión de la nube privada y ampliar sin problemas los servicios de datos en la nube pública.
Lo anterior resulta estratégico para la agilidad, evolución y adaptación a los cambios de actuales y futuros escenarios, para las organizaciones.
En un contexto de aceleración digital, y aumento exponencial en el volumen de generación, transmisión, captura, análisis, gestión y acción sobre el activo clave para la sobrevivencia de las empresas: los datos digitales.
¿Por qué la nube híbrida ha tomado tal impulso, hasta prometer ser una de las tendencias clave del 2022 en adopción tecnológica en las organizaciones?
Para contestar a esta pregunta, claramente debemos mirar hacia la necesidad de control de los datos que las empresas están acusando en los tiempos de hoy.
De ahí que contar con capacidades de captura y almacenamiento altamente escalables de inmensos volúmenes de datos, sea una razón clave. Pero esta cadena de requerimientos corporativos crece y crece. Ello conlleva a hacer accesible y gestionable toda esa información de manera remota, desde cualquier lugar y en todo momento.
Y más aún, el siguiente eslabón de la argumentación nos lleva a que el almacenamiento y gestión de los datos empresariales hoy se desarrollan en entornos informáticos privados y públicos.
Es por ello que nace la necesidad de llegar a un punto de encuentro entre ambos mundos, conformando la denominada nube híbrida; como una solución integrada que combina la nube privada con la pública, para satisfacer las necesidades organizacionales en administración de la información, tanto actuales como futuras.
Nube híbrida y Edge computing
La irrupción del Edge computing es otro hito en tecnologías corporativas que nos permite comprender mejor el por qué adoptar la nube híbrida.
Edge computing es un tipo de informática que ocurre en la misma ubicación física de los usuarios finales, la fuente de datos o al menos cerca de ellas (clientes, consumidores, etc). Esto quiere decir que debido a la cercanía genera un servicio más rápido y confiable.
Normalmente las empresas en la era del Internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés), generan miles de millones de datos en información que se envían a nubes públicas, y en donde básicamente no se hace nada con ellos.
Edge Computing permite utilizar esos datos de una manera privada y local, para poder generar análisis, informes y realizar reportes para la toma de decisiones y acciones en tiempo real; es decir, transforma ese flujo antes inutilizado, ahora en información útil.
Ahora bien, es fundamental poder realizar los procesos de adopción de nube híbrida, en entornos flexibles, sin perder el control de los datos y la infraestructura TI, algo que finalmente es clave para garantizar la continuidad operacional.
En esta misma línea, otra de las propuestas relevantes para este 2022 serán las tecnologías de Cloud Connect, solución que permite a las organizaciones colocar los sistemas de almacenamiento de datos en su ubicación conjunta de preferencia.
Al crear análisis de datos en una ubicación conjunta, con aplicaciones que se ejecutan en la nube, las empresas pueden mantener los datos bajo su control, aprovechando los beneficios de las nubes privada y pública para mejorar la performance en el procesamiento de datos, que beneficie las experiencias de clientes y usuarios finales.
Como en un principio mencionábamos, los más recientes lanzamientos de la industria de tecnologías corporativas deben apuntar a facilitar la gestión de nubes híbridas.
Y para ello resulta esencial adoptar nuevas plataformas de datos definidas por software, con un único sistema operativo de almacenamiento para aplicaciones locales y nativas de la nube.
Para sintetizar, tras un ejercicio 2021 que lo evaluamos de manera muy positiva, consideramos que los avances de hoy permiten a las organizaciones administrar y extender sin problemas las capacidades y la flexibilidad que tradicionalmente otorga la nube pública a sus data centers privados.
De esta manera, es posible seleccionar el mejor entorno para correr sus aplicaciones en cada momento y manteniendo el control de la información, su activo más preciado.
Estamos convencidos de que las arquitecturas de nube híbrida serán las predominantes en el futuro a nivel empresarial.
Las diversas compañías ya están trabajando en proyectos de nube con proveedores de nube pública.
Y la tendencia para mejorar la estrategia, con base en la necesidad del momento, es tener la posibilidad de trabajar las aplicaciones, tanto en proveedores externos como en los centros de datos propios.