Con esta nueva administración pública federal, se dará seguimiento a la reconfiguración institucional en telecomunicaciones. Es importante identificar tanto las oportunidades como los desafíos, que conlleva este panorama para toda la industria así como el sector público.
La extinción del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), genera una transición hacia un modelo fragmentado. Así deben trabajar la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), con la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT).
A esto se debe sumar un nuevo organismo de competencia económica, para The CIU este cambio es el resultado de la reforma constitucional. En materia de simplificación orgánica y las modificaciones hechas, a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF).
De hecho, la reconfiguración institucional en telecomunicaciones transformará digitalmente al país. Sin embargo esto plantea serios desafíos estructurales y operativos, así a partir del 2025, la ATDT asumirá toda la responsabilidad de la política pública en telecomunicaciones.
Por su parte, la SICT será la encargada de las licitaciones del espectro radioeléctrico, así como su supervisión. Esto incluye las concesiones de radiodifusión y telecomunicaciones, de hecho este nuevo panorama, se debe a la reforma constitucional aprobada recientemente.
Así se establece un nuevo marco institucional, que redistribuye las funciones previamente concentradas en el IFT. Pero este enfoque difuso de facultades podría generar incertidumbre e incrementar los costos entre los agentes regulados, así enfrentarán una mayor burocracia.
Aspectos clave del nuevo panorama local en telecomunicaciones
-Enfoque difuso de facultades: Esto puede generar incertidumbre e incrementar los costos entre los agentes regulados, para realizar trámites y cumplir con todas sus obligaciones
-Desafíos del rediseño: La reconfiguración institucional en telecomunicaciones compromete la continuidad del personal competente, esto podría impactar negativamente en la industria
-Presupuesto: La ATDT se inaugura con un presupuesto robusto de 3010 mdp, que enfatiza la intención del gobierno por centralizar funciones relacionadas con digitalización e inclusión
-Legislación secundaria sólida: El éxito de la iniciativa dependerá, de un marco que brinde cauce al nuevo modelo. Que sea integral y esté respaldada por un análisis técnico eficiente
Industria debe asimilar la reconfiguración institucional en telecomunicaciones
El nuevo entorno, que implica la reconfiguración institucional en telecomunicaciones puede hacer que las empresas tengan que lidiar. Con esquemas de “doble o triple ventanilla” para realizar sus trámites y cumplir con sus obligaciones regulatorias, es decir implica un riesgo.
Al respecto destaca una potencial carencia de coordinación, entre las nuevas entidades. Así los conflictos de competencia y la duplicidad de esfuerzos, podrían convertirse en barreras adicionales. Con el incremento en costos administrativos y disminuir la eficiencia operativa.
Para The CIU otro aspecto clave de la transición, es la posible pérdida de talento humano especializado. Ya que el IFT formó y desarrolló una considerable base de experiencia, así como conocimientos, que resultan en una condición sine qua non para una regulación eficaz.
La falta de continuidad del personal competente podría impactar negativamente, en la capacidad de la industria para abordar estos retos. Es por ello, que la reconfiguración institucional en telecomunicaciones también implica desafío a nivel de los presupuestos.
Donde, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2025 apunta a una drástica reducción de 70.2 % en los recursos destinados al IFT. Dejando al órgano regulador con 500 millones de pesos (mdp), para concluir sus operaciones y liquidar a todos sus colaboradores.
Aunque el rediseño institucional ofrece una oportunidad, para abordar temas clave como la digitalización, ciberseguridad e inclusión digital. También introduce una serie de riesgos que podrían comprometer el desarrollo del sector a nivel de competencia, coordinación y talento.
Por Ernesto Piedras, director general en The Competitive Intelligence Unit (The CIU)