Al igual que surgía de estudios realizados a generaciones anteriores, los niños mexicanos del presente también aspiran mayormente a convertirse en médicos cuando piensan en su futuro laboral, solo que ahora este objetivo profesional convive con otros más llamativos, como el de ser YouTuber/Influencer, según una encuesta realizada por Lingokids, una plataforma digital especializada en el aprendizaje en inglés para niños.
En la encuesta realizada a 600 padres y madres de familia, el puesto de YouTuber/Influencer quedó tercero en el ranking, con 9.8% de respuestas, detrás de la profesión de doctor, que lideró el podio con un 37.3% de las respuestas, seguido por el sueño de ser futbolista, que se llevó un 11% de las contestaciones.
El sueño de los hijos, aunque no de los padres
La opción de YouTuber/Influencer relegó a otros sueños, como el de ser profesor, (7.3%), policía (6.6%) y cantante (5.1%), cuando sus padres tuvieron que contestar “¿qué quiere ser tu niño o niña cuando sea grande?” Sin embargo, cuando se les consultó “¿cuál es la profesión que como padre o madre preferirías que eligieran?”, solo 0.17% contestó que desearían que eligieran ser YouTuber/Influencer.
Sin embargo, más de la mitad de los padres también dijeron que avalarían cualquier profesión que sus hijos eligieran siempre y cuando esta sea “la que elijan y los haga felices”. De la misma manera, casi el 90% de los padres consultados afirmaron que estaban convencidos que sus hijos cumplirían con sus sueños profesionales.
Tecnología y apps de aprendizaje como herramienta educativa
Otros datos relevantes del sondeo señalan que casi el 100% de los padres creen que la educación de los chicos “es importante para su futuro laboral”, mientras que más de la mitad está “absolutamente” de acuerdo en que la tecnología y las apps de aprendizaje “favorecen el desarrollo de una carrera exitosa”.
Rhona Dick, directora de Experiencia de Aprendizaje de Lingokids, destaca la importancia de estas herramientas a la hora de “adquirir aprendizajes fundamentales para su futuro, como son el inglés, el STEM o las habilidades socio-emocionales”. Además, “denota la influencia que comienzan a ejercer Internet y las redes desde el inicio de nuestra vida, y los hábitos de consumo de los más pequeños respecto a los contenidos que ven en los dispositivos electrónicos”, añade.