El atlantista de corazón ha desarrollado su trayectoria profesional únicamente en dos compañías; la última de estas, ofreciéndole la oportunidad de asumir la dirección general de Lenovo ISG México durante la pandemia, representándole una serie de retos, pero también satisfacciones y dejándole ver su capacidad de resiliencia y liderazgo como resultado de la disciplina que ha forjado con el paso de los años, la cual fue adquirida desde muy temprana edad, cuando jugó fútbol soccer a nivel semi profesional.
Reseller (R).- ¿Qué estudiaste y por qué?
Ricardo Galicia (RG).- Estudié la licenciatura en Tecnologías de la información, en la universidad La Salle, pues me llamaba la atención todo lo que tenía que ver con bases de datos, esa era la clase que más me apasionaba y donde me logré desarrollar más. Desde aquel entonces, las bases de datos ya existían, ya eran relacionales y había tecnologías muy interesantes, aunque no eran lo que hoy conocemos. A mi me tocaba diseñar el código, compilar, encontrar el error y eso me apasionaba, por lo que me imaginaba trabajando como administrador de bases de datos, aunque el futuro me fue llevando por un camino donde realicé roles comerciales, de lo cual no me arrepiento y me siento muy orgulloso.
R.- ¿Cómo iniciaste tu trayectoria laboral?
R.G.- Mi familia tenía unos negocios de contact centers y me dieron la oportunidad de, mientras estudiaba, trabajar ahí. Yo manejaba la base de datos que se administraba a los operadores del call center y ahí tuve mis primeros pininos e incursiones tratando de modelar bases de datos eficientes, tratando de encontrar el horario correcto para llamar a cierto perfil de clientes o el perfil correcto para posicionar cierto producto, por lo que todo ese tema de perfiles y de mercados me apasionaba mucho.
Pese a que era el negocio familiar, tenía muy claro que la intención era dar un salto hacia una organización trasnacional por lo que, una vez que terminé la universidad, ingresé a IBM entrando al área de Customer Fulfillment, que tiene que ver con el back office de la compañía. Esto fue una súper escuela, desde ese primer rol y todo el tiempo que estuve ahí, que fueron 8 años.
Es una empresa a la que le guardo mucho cariño pues ahí comencé mi camino por el mundo de la tecnología. Ahí construí muchas de las bases que me han ayudado a irme desarrollando pues pasé por varios roles, incluido el tema comercial. En 2014, Lenovo adquirió la división en la que colaboraba para IBM (System X) y pasé de IBM a Lenovo desde esa fecha.
R.- ¿Tienes alguna anécdota de tus inicios?
R.G.- Era muy joven y con nula experiencia cuando tuve una de mis primeras apariciones en el corporativo de IBM. Me mandaron a hacer mi llenado de papeleo y eso implicaba sacar una copia de mi IFE, estábamos en un mundo mucho menos digital que hoy; no era algo complejo, sin embargo, yo no había tenido hasta entonces interacción con esos maquinones que había en los granes corporativos. Entonces, cuando me mandaron, me enfrenté a un monstruo que no sabía operar y desde luego, no iba a ponerme a preguntar cómo manejarlo, pues me dio mucha pena.
Coloqué mi credencial en el lugar equivocado y cuando le apreté el botón de copiar, la máquina se tragó mi IFE. Empezó a sonar la máquina, y me daba mucha pena que mis jefes supieran que no sabía ni sacar una copia y menos que había descompuesto el equipo, así es que después de pasar un rato sin poder recuperar mi credencial, me acerqué a mi team líder a decirle que había descompuesto la copiadora.
R.- ¿Qué tan fácil o difícil fue la transición de IBM a Lenovo?
R.G.- Te mentiría si te dijera que fue difícil. Creo que hubo algunas variables que ayudaron a esa transición. La primera fue que, en esta adquisición, prácticamente todo el equipo que estaba en IBM nos pasamos a Lenovo, lo que ayudó a que todo este grupo que ya nos conocíamos y trabajábamos de años atrás pasáramos juntos, arropándonos y trabajando en equipo. La recepción de las personas de Lenovo fue extremadamente buena. Siempre he dicho que la cultura de una compañía no depende del logo, sino de las personas que la integran y ellos siempre fueron muy amables.
Había que acoplarnos a los procesos y cultura de Lenovo y nosotros entender mucho de lo que hacía Lenovo y que no existía en IBM. Fue lo necesariamente complejo, a nivel de integración, pues a nivel de gente fue espectacular el recibimiento.
R.- ¿Cómo fue el día que te avisaron de tu promoción a la dirección general de Lenovo ISG México?
R.G.- Fue un día de Mixed Emotions, como dirían The Rolling Stones, porque la persona que antes estaba como director general de Lenovo ISG es una persona a la que respeto y tengo mucha estima persona y profesional: Adrian Simg. Él fue mi mentor durante muchos años, confió en mí y me ayudó a desarrollarme.
Entonces, al final, era una mezcla de emociones porque él se iba para emprender nuevos retos personales y por otra parte, se trataba de una oportunidad que yo había estado buscando desde que entré a Lenovo y empecé a tomar roles de liderazgo, previos a la dirección general, pues siempre estuvo trazado en mi carrera profesional como uno de los objetivos.
Adicional a la felicidad que esto representaba hubo un reto bien interesante porque yo tomé el rol de director general justo en la pandemia, por lo que fue un tanto complejo, pues empezaba el aislamiento, así que había incertidumbre en el mercado, con nuestros clientes y socios, no sabíamos si nos acostumbraríamos a las nuevas formas de trabajo, etc. De manera que fue una avalancha de muchas emociones que había que sortear, pero siempre las tomé con mucho optimismo y emoción.
R.- Ya que tocas el tema de la pandemia, ¿qué hacías para entretenerte durante la etapa de confinamiento?
R.G.- Tengo una relación espectacular en casa, con mi esposa, además de tener una perrita, una pug, la cual llegó justo cuando empezaba la pandemia. Entonces pasamos mucho del tiempo que teníamos que estar en casa en el proceso de educación, de diversión, adaptación, etc.
Por otro lado, me encanta comer, pero no soy muy hábil para la cocinar; sin embargo, durante la pandemia, el tema de la parrilla me llamó la atención. Es algo que antes no había explorado tanto, pero empecé a adentrarme, me especialicé, compré mis aditamentos, mis herramientas y hoy te puedo decir que ya soy un parrillero respetable.
Así, mi esposa y yo empezamos a adentrarnos en todo lo que rodea la parrilla como cocteles, vinos para acompañar la carne, las guarniciones, etc. Eso nos ayudó a amortiguar el estrés y pasar muy buenos ratos en casa.
R.- ¿Qué otros hobbies tienes?
R.G.- Me gusta la música, soy súper fan de los Beattles, por lo que, cuando hay que hacer una pausa para acomodar ideas, pongo un vinilo porque ese tema vintage de la tornamesa y de darle vuelta al disco me gusta muchísimo.
En el futbol americano soy súper fan de los Dallas Cowboys y en el futbol soccer le voy al Atlante; Beto Murrieta, Toño de Valdés, Raúl Orvañanos y yo somos fieles al equipo. Mucho tiempo jugué de joven, en fuerzas básicas y ese fue el equipo que me reclutó cuando tenía 12 años. Estuve varios años jugando, viví muchas experiencias y por eso le tengo mucho cariño.
El futbol a nivel profesional es un mundo complicado, no es fácil; sobre todo cuando comienzas a ascender en las categorías y llega un momento en que debes decidir entre la escuela o el futbol pues llega a ser muy demandante. Mis papás tenían una manera de ver la vida, lo cual hoy agradezco mucho, priorizando el tema académico y poco a poco fuimos tomando la decisión de seguir estudiando. De manera que no seguí.
No obstante, mucha de la formación y disciplina, al tratarse de un nivel de alto rendimiento, con alta exigencia, fue parte de lo que formó mucho del perfil que trato de tener como líder, pues el deporte y la disciplina tiene muchas tablas de resiliencia, trabajo en equipo, meritocracia… Así es que, si bien no terminé en el mundo del futbol, sí me ayudó mucho en lo que hago hoy.
R.- ¿Cómo te ves en un futuro?
R.G.- Aún jubilado, no me veo sin hacer algo porque soy muy hiperactivo, por así decirlo. Después del tema profesional me gusta mucho la docencia, creo que tengo habilidad para transferir conocimiento, así que me encantaría en el mediano o largo plazo dar clases en alguna universidad o maestría porque creo que es la manera en la que puedes trasladar el conocimiento adquirido a lo largo de los años, además de mantenerte vigente, pues las nuevas generaciones van revolucionando la industria, la tecnología y ese intercambio de conocimiento me llama mucho la atención.
R.- De líder a líder, ¿qué consejo podrías dar a los canales?
R.G.- Lo primero es cuidar al equipo de trabajo. Si logras tener un equipo de trabajo con talento, donde trates de que cada vez que integres a alguien, esa persona sea mejor que tú en algo, siempre ayudará a que el equipo se impulse. Ahí es donde se debe ser muy humilde y autocrítico, pues así se va construyendo un músculo muy fuerte atrayendo talento.
Lo segundo es que siempre se debe liderar con base en meritocracia; es decir, las personas que tienen un buen desempeño y una buena actitud les irá bien. Creo que es bueno que la meritocracia siempre esté en un equipo pues eso elimina cualquier sesgo de simpatía, compadrazgo y todo lo que puede llegar a ser nocivo para un equipo.
Y finalmente, ser muy ético y transparente en el momento de hacer negocios, pues esto no solo ayuda al equipo sino al país. Si nosotros somos éticos y respetuosos hacia el interior y exterior de las organizaciones con las que colaboramos, se va haciendo una cadena virtuosa donde logramos hacer que la empresa funcione mejor, los clientes nos vean de manera ética y por consecuencia, el país también se vea así y esto nos beneficia a todos.