Por Mauricio Swain, director de ventas de Milestone para América Latina.
Los principales proveedores de servicios en la nube como Google, Amazon, Microsoft e IBM han visto un crecimiento acelerado y continuo de estas plataformas en los últimos años, sin visualizar una posible baja en sus estadísticas.
Y es que las ventajas de utilizar la nube para los servicios de TI son tan abundantes, que en la actualidad cada vez más organizaciones confían y migran a estas soluciones para transformar sus negocios y llevarlos por una senda de crecimiento continuo.
Esta migración no es más que mover toda la información de un sitio local a otro que está en la nube, para aprovechar todas las ventajas que ofrece esta solución digital.
En una época de negocios que exige tomar decisiones de manera inmediata para adaptarse a un entorno cambiante, ventajas como flexibilidad, disponibilidad y ahorro de costos son algunos de los beneficios más notables que la nube ofrece al mercado. En los tiempos actuales, la nube se muestra como una solución que impacta a las empresas de todo el mundo y Latinoamérica no es la excepción.
Las previsiones de crecimiento en la región son optimistas: se estima que al rededor del 35 % de la inversión TI de los próximos años provenga de la nube. La proyección es que este mercado crezca anualmente un 30 % en la región, alcanzando los 30.000 millones de dólares en 2025, según un análisis reciente de Boston Consulting Group (BCG).
Dicho esto, es justo subrayar a continuación las ventajas y beneficios de la nube en un aspecto clave para cualquier organización: la seguridad.
¿Qué implica tener un sistema de videovigilancia en la nube?
La videovigilancia es sin duda el bastión de los sistemas de seguridad en una organización; sin embargo, implementar un sistema de administración de video de manera local (On-Premise) normalmente implica un proceso de adquisición dispendioso, además de un hardware y mantenimientos que conllevan también sus propios costos, sumado a la necesidad de contar con un espacio físico.
Por el contrario, la implementación en la nube es una opción que permite a las organizaciones instalar y escalar sus sistemas de video para numerosas locaciones de manera rápida y a un costo razonable.
En términos de gestión financiera, almacenar el video en la nube y no en los servidores tradicionales significa convertir los gastos de capital (CAPEX) en infraestructura, en gastos operativos (OPEX), que tienden a ser una mejor opción para la administración del capital de las organizaciones.
Con la nube, las entidades ya no necesitan planificar ni adquirir servidores u otra infraestructura de TI con semanas o meses de anticipación. Ahora pueden activar fácilmente un número apropiado de servidores en minutos para lograr resultados de videovigilancia al instante. Esto sin mencionar las interrupciones en la cadena de suministros, que añade un factor más a esta ecuación de planeación.
En cuanto a la gestión del video que capturan las cámaras de seguridad, el resultado es una solución altamente flexible con almacenamiento y redes adaptables que se ajustan fácilmente a las necesidades particulares de las empresas.
Sin importar si es una implementación parcial o completa en la nube, esta opción es ideal para sistemas de videovigilancia que necesitan simplificar su planificación, así como facilitar los procesos de crecimiento y volver más eficiente la administración de los recursos financieros, para de esta manera aprovechar al máximo la gestión de video.
Cabe señalar que, aunque las soluciones en la nube pueden escalarse a cualquier tamaño sin importar qué tipo de organización las implementa, estas son especialmente ideales para grandes empresas, así como para organizaciones federales o para la administración de aplicaciones en ciudades inteligentes que tienen muchos sitios dispares con pocas cámaras.
A manera de ejemplo, una compañía llamada a adoptar una solución netamente en la nube sería una empresa de telecomunicaciones, que necesita asegurar múltiples torres de telefonía en una amplia zona geográfica. Estas organizaciones, distribuidas en múltiples sitios, pueden acelerar su crecimiento y escalar rápidamente sus servicios para satisfacer la demanda de los usuarios.
Además, garantizarían el suministro de una infraestructura y plataforma confiables y a su vez reducirían el riesgo de interrupciones, asegurando la operación continua. El uso mínimo del hardware y el paso a un modelo de costo variable predecible, ayuda a las organizaciones a potenciar la eficiencia de costos de la solución para obtener mejores resultados.
La nube híbrida, una buena alternativa para la gestión de video
A medida que más organizaciones comprenden los beneficios de este tipo de tecnologías, las industrias incrementan la necesidad de evolucionar su videovigilancia y almacenamiento de datos, es allí cuando se destaca el enfoque híbrido/local en la nube.
No todas las compañías son grandes organizaciones que precisan una solución plenamente en la nube. Para estas, las implementaciones híbridas (parte local/parte nube), son una excelente forma para potenciar la flexibilidad en el entorno digital.
En un escenario híbrido en la nube, los únicos hardware que se mantienen locales son las cámaras y el dispositivo final utilizado para acceder al sistema. Esto significa que el proveedor mantiene completamente en la nube, 24/7, los servidores, grabadoras y centros de datos.
Así, en lugar de comprar e instalar decenas o cientos de terabytes en unidades e infraestructura de almacenamiento, los usuarios podrían adquirir una caja de 8 terabytes, por ejemplo, y grabar un día o dos para luego archivar los videos en la nube. Lo anterior no cambia el flujo de trabajo de las organizaciones, en cambio sí reduce los costos iniciales y constantes que requiere mantener un sistema local.
En el ambiente actual de negocios, con una cantidad de inconvenientes en la cadena de suministro, entre otras complicaciones, la necesidad de retención de video y las cambiantes regulaciones son dos de las mayores preocupaciones de los usuarios.
Mantener activos los datos de video por 30, 60 o 90 días es una práctica común que no tiene cambios significativos. Sin embargo, las compañías ahora requieren mayores tiempos de retención de video, lo cual puede resultar muy costoso y problemático para sistemas locales.
Un ejemplo particular de lo anterior se puede demostrar con las aseguradoras de envío de carga y artículos de valor como automóviles o maquinaria industrial, entre otros, que tradicionalmente requerían capturar video y mantenerlo por alrededor de 60 días para asegurar su manejo y garantizar la entrega de los bienes, además para resolver reclamaciones en caso de daño.
Pero en esta nueva era, cuando los problemas de embarque y abastecimiento toman mucho más tiempo en el envío, las aseguradoras, más que nunca, requieren que el video sea archivado por seis meses o incluso más. Es ahí cuando conseguir los beneficios que ofrece la tecnología de la nube híbrida, plantea un camino para superar estas necesidades cambiantes.
En cuanto a seguridad, evolucionar a un modelo híbrido le garantiza al usuario acceder a una combinación de tecnología de video local y servicios en la nube. Los modelos híbridos permiten el acceso uniforme al video en vivo, grabaciones y alarmas a través de las cámaras conectadas físicamente en las instalaciones y virtualmente a través de la nube.
Esto conduce a mayores opciones de funcionalidad sin comprometer la videovigilancia.
En síntesis, apalancar un sistema de gestión de video (VMS) híbrido en la nube contribuye a que las empresas simplifiquen grandes instalaciones y a ganar visualización en tiempo real de actividades, además de potenciar las operaciones de vigilancia con administración centralizada.
En adición a su facilidad de uso y los beneficios operacionales, quizás lo más importante es que el VMS híbrido en la nube permite que las organizaciones mitiguen el riesgo y potencien los esfuerzos de seguridad, mientras aumentan las operaciones diarias de la unidad de negocio.
También se puede actuar de manera inmediata sobre la inteligencia obtenida, lo cual es crucial a la hora de defenderse en medio de un panorama donde el riesgo cambia rápidamente. Pasar a una solución híbrida o totalmente en la nube para la administración del video, contribuye a que las organizaciones cumplan con las estrategias de infraestructura de datos.