En los últimos años, las Telecom han dejado de ser consideradas un lujo y han pasado a formar parte de las necesidades básicas de los hogares. Consolidándose como un elemento clave dentro de la canasta básica no alimentaria.
Esta transformación responde al cambio estructural en las dinámicas sociales, educativas y económicas. Así, el acceso a la conectividad se ha convertido en un factor determinante para garantizar el bienestar y la inclusión de la población.
Tradicionalmente, la canasta básica evaluada por el CONEVAL contemplaba únicamente los bienes y servicios indispensables para la subsistencia física. Tal es el caso de los alimentos, la vivienda, el transporte y la salud.
Sin embargo, la creciente digitalización ha demostrado que el acceso a internet, a la telefonía móvil y fija son fundamentales para el desarrollo de las capacidades humanas.
Así, las Telecom han sido integradas en la canasta básica no alimentaria. Sobre todo, porque incide directamente en la calidad de vida de las personas y en su participación económica y social.
Esto se ha visto acelerado por fenómenos como la pandemia, que evidenció la importancia de contar con conectividad digital para acceder a diversos servicios:
Educativos, realizar trabajo remoto y mantener la comunicación a distancia.
Acortando las brechas
Para hogares en situación de pobreza, la falta de acceso a estos servicios limita el ejercicio de derechos fundamentales como la educación y el empleo. Lo que profundiza la brecha de desigualdad.
Por esta razón, la incorporación de las Telecom a la canasta básica refleja un cambio en la forma de entender las necesidades esenciales. Pero también es un reconocimiento de su impacto en la superación de la pobreza extrema.
Desde 2020, se ha observado un aumento sostenido en la cantidad de dinero necesaria para cubrir la Línea de Pobreza por Ingresos. Situándose por encima de la tendencia previa.
La pandemia no sólo generó presiones inflacionarias en productos esenciales, también transformó las dinámicas de consumo en la era postpandemia como se observa en la Figura 1.
Figura 1: Dinámica mensual del costo de la Canasta Básica Alimentaria y No Alimentaria por persona
Transformación de las Telecom
La transformación de las Telecom en una necesidad básica también resalta su papel como un multiplicador de oportunidades.
El acceso a conectividad también fortalece la competitividad económica del país al integrar a más individuos en la economía digital.
Además, el acceso a la información y a servicios digitales permite reducir las barreras de exclusión y cerrar brechas en zonas rurales y de alta marginación. Esto representa una oportunidad significativapara las grandes empresas del sector como:
Telmex, Totalplay, Izzi, Starlink, entre otras.
Este cambio refleja una mayor prioridad en el gasto de los hogares, lo que puede incrementar la demanda de servicios de conectividad. Especialmente en segmentos poblacionales que antes no los consideraban accesibles o esenciales.
Las empresas pueden beneficiarse al diseñar planes asequibles y personalizados que respondan a las necesidades de los sectores más vulnerables. Esto permite la expansión de su base de clientes.
Además, el reconocimiento de las Telecom como una necesidad básica abre espacio para alianzas con gobiernos e instituciones públicas. Facilitando la cobertura en zonas rurales y marginadas mediante subsidios o inversiones compartidas.
En un contexto donde la inclusión digital es clave para el desarrollo social y económico, estas empresas tienen la posibilidad de posicionarse como actores fundamentales.
Tanto en la reducción de la brecha digital como en la generación de un impacto positivo en la sociedad y en su propio crecimiento comercial.
Figura 2: Componentes Telecom en la canasta no alimentaria urbana
Conclusión
En conclusión, el reconocimiento de las Telecom como parte de la canasta básica refleja un cambio profundo en la manera de entender las necesidades esenciales en el mundo moderno.
Ya no basta con garantizar el acceso a alimentos y vivienda, se debe incluir la conectividad. Que permita a las personas educarse, trabajar, comunicarse y participar plenamente en la sociedad.
Para la industria Telecom esto representa un desafío y una oportunidad: asegurar que los servicios sean asequibles y accesibles para los sectores más vulnerables.
Contribuyendo así a reducir la brecha digital y a mejorar las condiciones de vida en el país.
Por Alan Adolfo López, analista en Select