De acuerdo con SAS, proveedor de soluciones de análisis, gestión de datos e inteligencia artificial (IA) existen tres tipos de fraudes más frecuentes en las organizaciones del sector de telecomunicaciones, las cuales son por suscripción, falta de pago y promotores falsos. A esto se debe sumar, el robo de datos personales mediante aplicaciones móviles de banca digital.
Uno de los principales riesgos está en los dispositivos que son adquiridos con la intención de no pagarlos, esta situación representa 15 % de los incidentes, por su parte, los equipos de gama alta son el principal objetivo de los criminales. De acuerdo con la CFCA, en el mundo, el mercado de telecomunicaciones registra ingresos por 1.625 billones de dólares anuales.
La tecnología como una herramienta de protección
De acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) los fraudes cibernéticos han registrado un incremento de más de 20 % en nuestro país en los últimos cuatro años, con montos que han ascendido a 6 mil 500 millones de pesos, de los cuales sólo se ha podido resarcir al 41 % de los usuarios. Este dato muestra el incremento en el nivel de riesgo.
En el caso de los promotores falsos, los propios empleados ubican a los usuarios que se les han denegado solicitudes de crédito para adquirir dispositivos, así llevan a cabo modificaciones en las solicitudes y mediante su reapertura. Así logran la aprobación para hacerse de los teléfonos a nombre de los clientes, hecho que representa 40 % de los fraudes.