En un entorno empresarial donde la velocidad de adaptación define el éxito, los modelos de innovación han evolucionado hacia esquemas colaborativos. En este contexto, dos enfoques han ganado relevancia: el crowdsourcing y la innovación abierta.
Ambos se han consolidado como estrategias clave para fomentar el desarrollo de ideas y la transformación digital de las empresas a través de la cocreación.
El término crowdsourcing fue acuñado en 2006 por Jeff Howe en la revista Wired, combinando las palabras inglesas “crowd” (multitud) y “outsourcing” (externalización).
Este se refiere al proceso en el que una empresa externaliza tareas tradicionalmente realizadas por empleados internos. Y las asigna a una comunidad abierta de personas, generalmente a través de plataformas digitales.
De igual forma, la innovación abierta se basa en la colaboración con agentes externos (clientes, startups, universidades, entre otros). Con el propósito de acelerar la creación de soluciones disruptivas.
Ambos comparten la premisa de abrir las fronteras tradicionales de la organización para aprovechar el talento y las ideas externas al democratizar la innovación.
Lo que permite que cualquier individuo con el conocimiento o la creatividad adecuada contribuya a resolver un desafío empresarial. Así, las compañías pueden acceder a un talento más diverso y obtener soluciones más ágiles y rentables.
Numerosas empresas han adoptado el crowdsourcing y la innovación abierta para impulsar su capacidad innovadora y resolver desafíos complejos.
El mercado global de crowdsourcing superó los 4000 millones de dólares en 2023 y se espera que crezca a una tasa compuesta anual del 12 % hasta 2030. Esto según un estudio de Statista.
Empresas como LEGO han utilizado plataformas de crowdsourcing para el diseño de nuevos productos. Logrando que ideas de consumidores se conviertan en productos exitosos.
Asimismo, gigantes tecnológicos como Amazon, Google y Red Hat han implementado estrategias de innovación abierta para mejorar sus servicios. Desde el desarrollo de software hasta la optimización de experiencias de usuario.
Crowdsourcing e innovación abierta: claves para el futuro
Por lo que hemos visto en los últimos años, el futuro de la innovación empresarial dependerá cada vez más de la colaboración masiva y la inteligencia colectiva.
Las tendencias emergentes apuntan a un uso intensivo de Inteligencia Artificial para potenciar el crowdsourcing. Permitiendo identificar patrones en las ideas generadas por miles de personas y optimizar la toma de decisiones.
Además, la creciente adopción del metaverso y la Web3 abrirá nuevas posibilidades para la cocreación en entornos digitales inmersivos. Donde comunidades globales podrán participar en la conceptualización de productos y servicios en tiempo real, como lo hacemos con el Código Abierto.
De cara al futuro, se espera que las empresas que adopten estos modelos serán más competitivas y fomentarán una cultura de innovación continua y abierta.
Con la creciente digitalización y la conectividad global se establecen nuevos marcos de colaboración masiva. Permitiendo a las organizaciones acceder a una amplia gama de ideas y talentos.
Al mismo tiempo que se garantiza la adecuada protección de la propiedad intelectual de los participantes.
Sin importar la industria, el acceso a la información y la suma de conocimientos externos es fundamental para la supervivencia de las empresas. Sobre todo, en este nuevo mundo donde la innovación es la moneda de cambio del éxito empresarial.
El crowdsourcing y la innovación abierta representan el camino hacia un futuro más dinámico, inclusivo y sostenible.
Se están perfilando como una tendencia clave para este entorno empresarial en constante cambio. En el que obtener ideas y soluciones de diversas fuentes se ha convertido en el motor del progreso.
Por Olivia Salas, directora de Marketing en Red Hat para la región Norte de Latinoamérica (NoLA)