A medida que el edge computing se extiende dentro del mundo empresarial, las organizaciones buscan contar con redes resilientes, que sean capaces de manejar el aumento en la demanda.
Una alternativa clave para conseguirlo sin afectar la disponibilidad es la gestión fuera de banda, ya que ofrece beneficios en la experiencia de usuario.
La gestión fuera de banda (OOB) ofrece una ruta alternativa a los dispositivos desde una ubicación remota aun cuando la red principal no está disponible.
Al estar separado de la red de producción, esto permite a los administradores supervisar, acceder y gestionar de manera segura todos los dispositivos sin afectar las operaciones normales.
Los servidores de las consolas se integran sin problemas con la red de TI y los sistemas de gestión existentes, minimizando las interrupciones con una conexión permanente.
Para garantizar más continuidad y tiempo de funcionamiento para aplicaciones vitales para la misión, las organizaciones están utilizando la inteligencia automatizada de Smart Out-of-Band.
Es importante entender que Edge Computing consiste en un método de procesamiento de grandes volúmenes de datos a nivel local, cerca de usuarios y dispositivos, esto permite trasladar un determinado entorno desde el centro de datos principal a puntos físicos cercanos al usuario y datos de manera homogénea para obtener mayor escalabilidad.
Cuatro ventajas clave de la gestión fuera de banda
- Mayor tiempo de actividad en la red
- Resolución más rápida de problemas
- Reducción de gastos de reparación
- Mejoras en aspectos de ciberseguridad
Actualmente, las empresas recopilan un gran volumen de datos de diversas fuentes como Internet de las Cosas (IoT), redes sociales e interacciones con clientes, esto representa un reto de gestión. Así, soluciones como gestión fuera de banda agilizan la transición a entornos edge, ya que se pueden gestionar dispositivos aún cuando no están en red.
Por ello, los administradores de red pueden monitorear dispositivos de forma remota sin que tengan que estar en línea, dichas soluciones también aumentan el tiempo de actividad de red, acortando lapsos de respuesta y reduciendo volumen de transferencias de datos entre dispositivos, así la resolución de problemas es más rápida y la red es más eficiente.