Según el reporte de ciberseguridad más reciente de Akamai, el nivel de riesgo en las operaciones en línea se incrementa en las temporadas comerciales altas, un ejemplo de esto es el fin de año. Esto se debe en gran medida al aumento de tráfico en línea principalmente por temas de comercio electrónico, reservaciones, compra de boletos, productos o servicios.
Dicha encuesta, se realizó con usuarios mexicanos y abordó el tema del uso de banca digital, entre los principales datos destacan el alto nivel de adopción de canales digitales como apps o sistemas de pagos en línea (86 %). Entre las aplicaciones de finanzas más utilizadas se encuentran los bancos digitales (77 %), tradicionales (36 %) y carteras digitales (9 %).
Cuatro recomendaciones de ciberseguridad en banca digital con Akamai
1-No utilizar contraseñas similares: En caso de algún incidente con un banco, los códigos, información y activos financieros de otras cuentas no estarán expuestos
2-Revisa movimientos y estados: Al monitorear constantemente las cuentas, se pueden detectar actividades sospechosas, movimientos no reconocidos y hacer reclamaciones
3-No comprar ofertas sospechosas: Para evitar incidentes y tener una mejor experiencia se recomienda analizar productos, publicaciones y páginas antes de realizar una compra
4-No compartir datos por teléfono: También es importante estar atento a las acciones offline para minimizar riesgos, es decir, no se deben compartir datos al recibir una llamada
Adicionalmente, el estudio State of the Internet: “Enemigo en puerta: Análisis de ataques a servicios financieros” descubrió un aumento en ataques a dicha industria, donde los criminales digitales prefieren vulnerar a los cuentahabientes, ya que las instituciones cuentan con sólidos protocolos de protección de datos en aplicaciones web y APIs.
El reporte reveló que los delitos cibernéticos cuestan 90 mil millones de dólares a las instituciones bancarias en Latinoamérica por año. Las principales amenazas son: crypto jacking, fraude, denegación de servicio (DDoS), phishing, botnet, troyanos y ransomware, en resumen, este tipo de ataques crecieron 3.5 veces en comparación con el año anterior.