Actualmente gran parte del mundo depende de los servicios cloud y por lo tanto de los centros de datos, de hecho, se estima que dicha situación se mantendrá a mediano y largo plazo. El primer gran impacto a este entorno fue la pandemia que transformó la realidad laboral de millones de personas, dando pie a tendencias como el trabajo híbrido.
Este panorama dificulta que los centros de datos desarrollen nuevas capacidades, ya que no había disponibilidad de componentes críticos o personas capacitadas para implementarlos y operarlos. A esto se suma, la inflación global y el alza en los costos de la energía ocasionados por el conflicto en Ucrania, por ello, se deben hacer ajustes en toda la cadena de suministro.
Se deben considerar todos los aspectos de la vida cotidiana que dependen de los centros de datos, basta con ver todas las apps que usamos a diario. Es por ello que estas infraestructuras son críticas, otro factor a tener en cuenta es la adopción de redes 5G, las cuales deben ofrecer una mayor velocidad y soporte de grandes volúmenes de información.
Actualizaciones críticas que deben hacer los centros de datos
-Convertir almacenamiento a medios más eficientes, según tiempo de acceso
-Análisis de oportunidades de consolidación en almacenamiento, computación y energía
-Implementar de sistemas de calidad de energía (UPS) ultra eficientes
-Colocación para compartir gastos generales de electricidad y comunicaciones
-Contabilizar estrés en red eléctrica e integrar sistemas más sostenibles en centro de datos
La eficiencia energética impulsará la evolución de los centros de datos en 2023
Para los centros de datos, la eficiencia, más que una métrica de rentabilidad es de supervivencia, ya sea, multi-tenant, hiperescala, pequeño, mediano o con gran despliegue cloud, las presiones intensas y simultáneas en temas de demanda o gastos operativos, principalmente en consumo de energía que determinarán su futuro y vigencia.
Más allá de la eficiencia en consumo de energía, los centros de datos deben preocuparse por temas de apariencia, ruido y uso de recursos naturales como el agua. De cara a 2023, se esperan apagones continuos y calefacción insuficiente, por ello, mejorar su gestión de insumos debe ser la principal prioridad para estas infraestructuras de procesamiento.
En un nivel más estratégico, mover los centros de datos al borde de la red, conectados por fibra de alta velocidad, puede reducir la latencia y mejorar la eficiencia energética, también se deben considerar ubicaciones con acceso a fuentes de energía renovable, ya sea eólica, solar, hidroeléctrica o nuclear, así podremos seguir con nuestra vida digital cotidiana.