Todas las personas que tienen un teléfono móvil son vulnerables al smishing, un tipo de estafa cuyo objetivo es robar datos y contraseñas a través de SMS.
Es un riesgo tanto para los consumidores como para las marcas, que ven sus nombres vinculados a acciones fraudulentas.
Según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) se han recibido 3.5 millones de reclamaciones relacionadas con fraudes financieros en los primeros seis meses de 2022, alcanzando un monto de nueve mil 231 millones de pesos.
¿Cómo protegerme y proteger a mis clientes?
Liz Zorzo, global Antifraud Manager de Sinch, explica que hay formas de proteger a las empresas y a los clientes para que no sean víctimas de las estafas de smishing:
Por su parte, Michele Bader, vicepresidente de Operaciones de Sinch LATAM, explica que las empresas que no tienen conexiones directas con los operadores, que utilizan grey routes, no tienen control sobre los mensajes enviados.
¿Qué hacer?
- El proceso de seguridad comienza en las empresas, creando medios de comunicación fiables.
- Lo primero es utilizar una empresa homologada que se tome en serio la seguridad, el cumplimiento de las normativas, las certificaciones ISO, que tenga una conexión directa con los operadores y que se tome muy en serio la redundancia del sistema y de las plataformas.
- El uso de un sistema y un equipo operativo de confianza, con la correcta identificación de los mensajes y presentando canales de comunicación oficiales, son factores primordiales para evitar que los consumidores caigan en las trampas.
- Cuantos más puntos de seguridad y vigilancia haya, más difícil será para el defraudador engañar a alguien.
- La mejor manera de que una empresa se proteja y garantice una comunicación eficaz con sus consumidores es apoyarse en un proveedor que cuente con la plataforma y la infraestructura adecuadas.
¿Qué hago si recibo un SMS sospechoso?
En lo que respecta al usuario final, Liz Zorzo hace una serie de recomendaciones para evitar ser víctima de smishing:
- Si el remitente es un número de teléfono móvil normal, de más de 8 dígitos, las posibilidades de ser un fraude son enormes, porque este tipo de remitente no es un servicio oficial de los operadores de telefonía móvil.
- Más del 85% de las denuncias de fraude proceden de este tipo de remitente. Los mensajes que provienen de un código numérico corto (de 3 a 6 caracteres o por nombre de empresa) son más fiables, pero, aun así, hay que prestar atención.
Así que, si has recibido algún mensaje sospechoso, que no has solicitado o que está fuera de contexto, lo ideal es no llamar nunca a los números de teléfono de los mensajes que no tienen sentido, no hacer transferencias bancarias, hacer depósitos a cuentas desconocidas o incluso realizar compras o dar click a los links que comparten, sólo basándose en un mensaje.
En este punto, la ejecutiva de Sinch sugiere a los usuarios preguntarse siempre si es cliente de este banco, o si utiliza tal o cual servicio de cierta empresa.