Actualmente, el gasto promedio para adquirir un teléfono inteligente es de 4 500 pesos, dicha cifra revela una trayectoria ascendente y un esfuerzo del usuario por contar con dispositivos con mejores características, a esto, se debe sumar la inflación del último año, esto también se refleja en el período de renovación que es de un poco más de dos años.
Los datos corresponden al tercer trimestre (3T) de 2022, donde adicionalmente se observa una migración de dispositivos de gama media hacia equipos de segmento alto, ya que la proporción de dispositivos de gama baja fue de 18.7 %, su nivel más bajo histórico, mientras que la gama media se posicionó en primer lugar con 70.6 % de captación del mercado.
Por su parte, la gama alta se mantuvo en 10.7 % del total de smartphones en operación, el promedio de gasto en un dispositivo de este tipo representa un aumento de 6.2 %, en comparación con el mismo trimestre del año anterior. Adicionalmente, se observa una correlación entre dicho gasto y el período de renovación, que asciende a 25.7 meses.
Así, en México se abre un área de oportunidad para fabricantes con una estrategia enfocada a la venta de dispositivos de gama baja, pero sin esfuerzos publicitarios más allá de las vitrinas de los puntos de venta para no incrementar costos, en general toda la industria deben hacer ajustes a sus planes de negocio para ser más competitivos en el mercado.