En el marco del Día Internacional de la Mujer nos encontramos ante una cantidad enorme de información respecto al rol de las mujeres en diferentes ámbitos; sobre todo en aquellos sectores en los que el género femenino ha tenido poca participación, como es el caso de las Tecnologías de la Información. Participación que, si bien ha incrementado con el paso de los años, aún continúa existiendo una brecha de desigualdad en términos de trato, empleabilidad y hasta salarios; en esta y muchas otras industrias.
Comenzando con el mundo académico y profesional, generacionalmente a las mujeres se les ha asociado con las carreras humanistas o de cuidado, pues se tenía (o se tiene) la creencia de que son quienes mejor pueden desempeñar este tipo de actividades; sin embargo, esto no quiere decir, que no hayan existido mujeres que se han abocado a actividades como la ingeniería en Sistemas, Física, Matemáticas o cualquiera de las llamadas STEM, por sus siglas en inglés.
Algunos desarrollos tecnológicos que usamos habitualmente han sido resultado de mujeres, tal es el caso de Radia Perlman, conocida como “la madre de Internet”, estudiante del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y famosa por ser la creadora de STP (protocolo Spanning Tree) que permite la comunicación entre computadoras y se considera la piedra fundamental para el funcionamiento de Internet.
Otra representante es Hedy Lamarr, co-inventora de la primera versión del espectro ensanchado que permitiría las comunicaciones inalámbricas de largas distancias a principios de la Segunda Guerra Mundial, desarrollando la patente de un sistema de guía por radio. Estas bases de su trabajo, junto con otras tecnologías, fueron el origen de lo que hoy todos conocemos como Wi-Fi.
Estos son sólo algunos ejemplos de la manera en la que las mujeres están abriendo camino en el ámbito académico, al tiempo que ha crecido su inserción en el ámbito laboral. No obstante, aún se tienen que desarrollar políticas integrales para incrementar la presencia del género femenino en este tipo de disciplinas. Actualmente en México 3 de cada 10 mujeres eligen carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). En 2021, sólo el 13.5% de las mujeres profesionistas eran egresadas de dichas carreras.
Si ahondamos aún más en la materia, la brecha se hace cada vez más grande. Por ejemplo, en el campo de la ciberseguridad, la participación de hombres supera al de las mujeres en una proporción tres a uno, de acuerdo con un informe de (ISC)², lo que pone de relieve la necesidad de apoyar a las mujeres para que sigan carreras de STEM.
“Si bien, en los últimos años la cantidad de mujeres desempeñándose en ciberseguridad aumentó a nivel global, sigue faltando una mayor participación para equilibrar la balanza y que de esta manera se cree un entorno más inclusivo y representativo que inspire a las futuras generaciones de mujeres para ingresar a este campo que promete proyección laboral. De acuerdo con el estudio elaborado por (ISC)2, la representación de la mujer en este sector es de 25% a nivel global. Si tenemos en cuenta que en 2013 era del 11%, la presencia de mujeres aumentó, pero sigue siendo apenas la cuarta parte”, comentó Martina López, investigadora de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica.
Brechas en el ámbito laboral
De acuerdo con el Centro de Investigación en Política pública, las carreras STEM están mejor pagados que los de otras áreas ($13,336 promedio al mes en comparación con $12,380 para el resto de las áreas). Áreas en las que la brecha de ingresos entre hombres y mujeres es menor (por cada 100 pesos que gana un hombre en STEM, una mujer gana 82, a diferencia de 78 que gana en otras áreas); lo que muestra que sin importar la industria o tipo de empresa de la que se hable, la importancia de la obtención de salarios justos continúa siendo una asignatura pendiente en el mundo empresarial de América Latina y el Caribe.
El informe elaborado por Indeed en 2021, “Un trozo del pastel: comprender la importancia de la remuneración justa”, realizado en Estados Unidos, reveló que, aunque el 66% de los trabajadores encuestados dicen que se les paga de manera justa en sus roles actuales, una mirada más cercana a los datos revela una situación más compleja; pues mientras que el 30% de los hombres está totalmente de acuerdo en que se les paga de manera justa, solo el 15 % de las mujeres dice lo mismo.
Por otra parte, una investigación sobre la equidad de género realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revela que las mujeres ocupan sólo el 15 por ciento de los puestos gerenciales en las empresas en la región y sólo el 14 por ciento de las empresas son propiedad de mujeres.
En apoyo a esta moción, Analía Romero, gerente de Atracción de talento de la compañía especializada en entrega de soluciones de TI, Ecosistemas, compartió que, desde su propia experiencia, aún es difícil encontrar mujeres para puestos directivos o de carácter técnico.
“Hemos visto que muchas optan por estudios o carreras terciarias en especialización en desarrollo de aplicaciones, así como cursos más cortos de lenguaje de programación”, explicó Romero.
Sin embargo, la ejecutiva compartió que, en su propia experiencia, las mujeres han empezado a apostar y a aplicarse en este tipo de posiciones, viendo muy buenos resultados en su performance y en su crecimiento profesional dentro de las compañías, “mostrándose capaces de cumplir los estándares impuestos por los desafíos de grandes empresas multinacionales. Cada día cubren más puestos de Gerencia, Dirección de Sistemas”, añadió la ejecutiva.
En este sentido, de entre los beneficios que las mujeres aportan al ámbito empresarial sobresale la diversidad de pensamiento, un enfoque diferente y otras maneras de abordar problemas y encontrar soluciones. Asimismo, las mujeres piensan diferente y por eso logran destacar en los proyectos que se propongan. Cambios, adaptación e innovación son las palabras que definen a la sociedad de hoy en día que cada vez pide más ajustes en el ambiente laboral.
¿Cómo fomentar la participación de mujeres en la industria?
Teniendo en cuenta que el liderazgo femenino en las mujeres es cada vez mayor, es necesario saber las necesidades que las colaboradoras tienen, y de esta manera asegurar su desarrollo profesional para que estas mismas colaboradoras eventualmente puedan tomar posiciones estratégicas de liderazgo. Las mujeres están logrando grandes cosas en el mundo del trabajo. En Estados Unidos, durante el 2020, mujeres empresarias y emprendedoras abrieron mil 817 nuevos negocios por día, generando con esto empleos y activación económica.
En México, cada vez son más las mujeres dentro del mundo empresarial que tienen puestos gerenciales o de toma de decisiones. Así lo señala una encuesta de Indeed realizada a más de 600 empresas mexicanas, la cual demostró que el 49% del total de personas que toman decisiones dentro de las empresas son mujeres.
Noelle Faris, vicepresidenta de Relaciones con inversionista de Dynatrace, moderó recientemente un webinar en el que se discutió el tema de las mujeres en la tecnología en donde se exploró lo que se necesita para aumentar el liderazgo femenino, no sólo en el espacio digital y tecnológico, sino en todas las industrias tradicionalmente dominadas por hombres. Panel en el que se enlistaron algunos puntos clave que podrían “romper el techo de cristal en tecnología” entre los que sobresale resaltar la hermandad y la alianza que se puede construir a través de una red entre mujeres, al tener presencia femenina en los negocios; así como mostrar modelos femeninos a seguir y su éxito en los campos donde se desarrollan.
A propósito de este último, el KPMG Women’s Leadership Study demostró que recibir empoderamiento de figuras femeninas puede ayudar a otras mujeres en la compañía a incrementar su confianza, y por ende, su productividad. De acuerdo con el estudio mencionado, 67% de profesionales mujeres han dicho que las lecciones de liderazgo más importantes en sus carreras han sido de otras colegas, mientras que un 82% considera que trabajar con mujeres podrá ayudarlas a avanzar en su carrera profesional.
Por otra parte, cada vez más empresas están desarrollando una serie de esfuerzos alrededor de temas de diversidad e inclusión, convirtiéndose en una excelente base para crear un entorno igualitario. En otra encuesta conducida en julio de 2021 con mujeres mexicanas, para un 43% de las mujeres, las acciones de diversidad, inclusión y responsabilidad social son determinantes para aceptar un puesto de trabajo; 33% de los hombres consideran que esto es prioritario. De hecho, para el 29% de estas mujeres, que la empresa no tenga acciones de responsabilidad social podría ser una de las razones para rechazar una oferta laboral.
De esta manera, apoyar relaciones saludables, mitigar los sesgos a través de la educación continua, apoyar las oportunidades de tutoría y asegurarse de que las personas crezcan y aprendan hará de su empresa un lugar donde las mujeres sientan que pertenecen.
