Para aprovechar mejor las nuevas condiciones de un mercado dominado por la digitalización, las empresas requieren del respaldo de una infraestructura de tecnologías de la información (TI) moderna con procesos eficaces y robustos, esto también representa altos costos de adquisición e implementación, por ello la mejor opción está en los servicios.
De hecho, lidiar con tantos componentes o dispositivos conectados se traduce en una complejidad operativa y no todas las organizaciones cuentan con un área de TI interna o cuenta con presupuesto disponible para realizar dicho mantenimiento, por ello los servicios administrados pueden optimizar su operación de manera rápida, ágil y con bajo costo.
Puntos a tener en cuenta antes de adoptar servicios gestionados
- Análisis interno: Se debe conocer ambiente interno, necesidades y problemas críticos, además requerimientos en ciberseguridad, mantenimiento y costos
- Reputación: Es importante verificar antes de contratar y conocer el nivel de confiabilidad del proveedor de servicios, se pueden consultar blogs o referencias
- Evaluación de servicios: Deben estar relacionados con el análisis interno y conocer bien el portafolio de soluciones de los proveedores para elegir al más eficiente
- Nivel de soporte: Es importante contar con un aliado capaz de ofrecer seguimiento ante cualquier incidente por ello es importante conocer la oferta del proveedor
- Verificar certificaciones: Colaborar con empresas que cuenten con diferentes credenciales de especialización, agrega valor a su oferta de servicios administrados
Antes de invertir en este tipo de esquemas, las empresas deben realizar una investigación previa para establecer diversos factores y objetivos estratégicos, como antecedente se debe entender que los servicios gestionados consisten en la subcontratación de tareas relacionadas con el ambiente tecnológico interno de una organización especializada.
A través de los servicios gestionados, las empresas pueden mantener su infraestructura estable y segura, mientras migran sus activos a la nube, esto se traduce en una operación continua, donde el proveedor debe monitorear el ambiente TI, gestionar y garantizar la disponibilidad de servicios, además de ofrecer soporte, mantenimiento y ciberseguridad
