Los relojes inteligentes, dispositivos de monitoreo de actividad física y otros tipos de wearables se han vuelto parte de muchas de las actividades que realizamos en el día a día, pues gracias a la información que éstos recaban y la conexión que ofrecen, se han convertido en verdaderos aliados para nuestras actividades personales y laborales.
Así, desde tenis que, como en Back to the Future, se ajustan al tamaño de las personas, además de proporcionar información de la actividad física realizada; pasando por anillos que ofrecen información de temperatura corporal, calidad del sueño y tiempo realizado de actividad física; hasta joyería inteligente o gorros tejidos con música integrada son parte de la propuesta que existe en el mercado.
No obstante, pese al auge que han experimentado este tipo de dispositivos -sobre todo cuando hablamos de smartwatch, smartbands y audífonos-, durante el primer trimestre del año este tipo de productos experimentaron una caída del 3% en sus envíos, de acuerdo con información de la consultora IDC.
Caída que es el resultado de un efecto post-pandemia que obligó a las personas a invertir en otro tipo de tecnologías, dejando en segundo término las compras de los wearables.
Dentro de esta categoría, las pulseras digitales fueron las más afectadas al experimentar una caída del 40.5 %, mientras que los smartwatches decayeron un 9.1 %.
Los audífonos, que habían sido uno de los dispositivos con mayor crecimiento durante la pandemia, por temas del home office, también sufrieron una desaceleración, aunque mucho menor (0.6 %).
Aún así, se espera que poco a poco muestre una recuperación es un mercado que se espera que en los próximos años tenga un crecimiento de 12.5 % anual, para superar los 118 billones de dólares en 2028.
Usuarios quieren más y más
Asimismo, la oferta de wearables es cada vez mayor con la llegada de productos chinos, sobre todo en el caso de las pulseras, los smartwatches y los audífonos.
En este sentido, hoy es posible decir que hay un “wearable para cada tipo de usuario” como resultado de la gama de precios y opciones que se encuentran en el mercado, desde los más básicos hasta los más innovadores.
Pese a esto, a la fecha, Apple se mantiene en el liderazgo en este mercado, reportando un crecimiento interanual del 6.6 %, como resultado de sus dos versiones del Apple Watch y a los AirPods.
En segundo lugar, se posiciona Samsung (que reportó un decrecimiento del 10 %); sin embrago, la venta de audífonos lo ayudó a continuar en la competencia, pese al crecimiento que han experimentado marcas como Xiaomi o Huawei en el segmento de wearables.
Cada vez más sofisticados
Ante dicha competencia, los valores que ofrezcan las marcas deben ir mas allá de un tema de hardware o software, ofreciendo experiencias que mantengan la lealtad de los clientes hacia la marca.
¡Y vaya que las marcas están trabajando en lo propio! Por ejemplo, hoy la mayoría de los smartwatches del mercado ofrecen al usuario como funciones básicas monitoreo de la salud y seguimiento a los hábitos de vida proporcionando medición de pasos alcanzados durante el día y frecuencia cardiaca, por citar algún ejemplo.
Pero empresas como Huawei han trabajado para ir un paso más allá al ofrecer monitoreo de la presión arterial y electrocardiograma de muñeca, a través de su Watch D, el cual, si bien no sustituye un dispositivo médico, puede ser usado como referencia para promover un estilo de vida más favorable para la salud cardiaca de sus usuarios.
Igualmente, existen wearables especializados en satisfacer necesidades puntuales de algunos usuarios. Por ejemplo, el T-Rex 2 de Amazfit resistente a temperaturas ultrabajas de hasta -30ºC y en caso de detectar cambios importantes de altitud, solicita a los usuarios utilizar la función de prueba de saturación de oxígeno en sangre.
Y esto no sólo es a nivel de fabricantes de wearables, pues también los fabricantes de procesadores están haciendo lo propio. Tal es el caso de Qualcomm Technologies que recientemente anunció los nuevos chipset Snapdragon W5 ySnapdragon W5+.
Plataformas para wearables que ofrecen consumo de energía ultrabajo, rendimiento innovador y empaque altamente integrado.
¿Y son seguros?
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, pues si bien, los llamados wearables ofrecen una serie de funciones que nos facilitan la vida, también representan un riesgo de seguridad y privacidad, pues al recabar una serie de información personal sensible, estar conectados a la red y con otros dispositivos, también pueden ser blanco de los ciberdelincuentes.
Pareciera que se trata de un simple gadget, pero detrás de este dispositivo existe toda una serie de elementos embebidos y que son susceptibles a recibir ataques si la seguridad y la privacidad no han sido consideradas adecuadamente por el fabricante, desde el firmware hasta los protocolos que utiliza para la conectividad, sus aplicaciones y servidores backend en la nube; ESET lo explica:
De acuerdo con ESET, uno de los puntos débiles de los wearables es el Bluetooth, el cual es utilizado típicamente para emparejar dispositivos portátiles con el teléfono inteligente. No obstante, ha descubierto numerosas vulnerabilidades en el protocolo a lo largo de los años que podrían permitir a atacantes cercanos bloquear dispositivos, espiar o manipular datos.
A nivel de dispositivos, la firma de seguridad explica que el propio dispositivo es vulnerable a ataques externos debido a un desarrollo deficiente. Incluso, asegura que el reloj inteligente mejor diseñado ha sido construido por humanos y, por lo tanto, puede contener errores en el código. Estos también pueden conducir a filtraciones que comprometan la privacidad, pérdida de datos y más.
“Una autenticación/cifrado débil en los wearables puede significar exponerlos al secuestro y a la escucha indebida. Además, los usuarios también deben ser conscientes de quienes espían por encima del hombro si están viendo mensajes/datos confidenciales en sus dispositivos portátiles en lugares públicos”, detalla el desarrollador.
Las aplicaciones de los teléfonos inteligentes vinculadas a los wearables son otra vía de ataque pues éstas o incluso los propios usuarios, pueden ser descuidados con los datos. También puede ocurrir que el usuario descargue accidentalmente aplicaciones falsas diseñadas para parecerse a las legítimas y que los atacantes roben información personal que han ingresado en ellas.
Otro punto puede ser a través de los servidores back-end pues los proveedores de sistemas basados en la nube pueden almacenar información del dispositivo, incluidos datos de ubicación y otros detalles. Eso representa un objetivo atractivo para los atacantes. No hay mucho que puedas hacer al respecto, aparte de elegir un proveedor de buena reputación con un buen historial de seguridad.
