Contrario a lo que se pudiera pensar, el actual director de Ventas en CVA Mayoreo cuenta con sólo cinco años de trayectoria en la industria de TI, pero su experiencia en otras verticales, desde la fabricación y distribución de hielo, pasando por la textil, hasta la automotriz; le han permitido adquirir una serie de conocimientos y desarrollar habilidades para desarrollarse y crecer en ésta, de la cual ni un solo día ha dejado de aprender ni de divertirse.
Reseller (R).- ¿Cómo iniciaste tu trayectoria laboral?
Zeferino Pérez (Z.P.).- Me recibí como administrador de empresas y desde muy joven siempre tuve una inclinación hacia la parte comercial, pues vengo de una familia que siempre ha estado inmersa en las ventas.
Mis inicios fueron en el área de Recursos Humanos, en una compañía trasnacional donde básicamente arrancamos con el tema de outsoucing y consultoría; sin embrago, durante esos años tuve un acercamiento fuerte con la tecnología, con IBM, a quien le suministrábamos gente para sus diferentes líneas de producción. Por ahí del año de 1998, IBM nos planteó formar un joint venture donde, lejos de solo proporcionar personal, tendríamos una participación fabricando las soluciones para el disco duro, pagándonos por pieza y no por gente contratada en un plazo determinado, por lo que nos enseñaron a fabricarlo. Fue muy complejo, pero también muy padre, muy divertido y enriquecedor.
Posteriormente estuve en otras empresas, no necesariamente ligadas a la tecnología; siempre en la parte comercial. Una de ellas estaba enfocada en la elaboración y distribución de hielo, lo que me permitió comenzar a relacionarme con el retail y el comercio minorista, donde aprendí y me divertí muchísimo.
Después ingresé a una compañía alemana de tratamientos capilares, en donde me tocó gerenciar un grupo que tenía que ver con el mayoreo y a la par llevaba el tema de retail, lo que me permitió desarrollar estrategias comerciales.
Mas tarde, me dio por emprender, en un negocio de consultoría y uno de los proyectos fue con una empresa de seguridad, en donde tuve mi segundo acercamiento con la tecnología. La empresa estaba enfocada en videovigilancia y monitoreo; el objetivo era sentar las bases de una plantilla comercial eficiente, la cual empezó a crecer a nivel nacional.
Tiempo después, Armando Gallo, me invitó a participar en las Marcas propias de CVA. Esto fue muy sui géneris, pues yo no tenía expertise en temas de gadgets o tecnología como tal, por lo que agradezco muchísimo la confianza que se me dio en el momento. Entonces me integré a Ghia, siendo muy divertido el aprendizaje. Ya llevo graduado mis primeros cinco años y estoy muy contento.
R.- ¿Qué es lo que más te gusta de la industria de TI?
Z.P.- El sector tecnológico tienes ese lado sexy que te atrapa y más por el dinamismo en el que se mueve al ser una industria en la que entras en una vorágine de dinamismo total. No hay estancamiento, siempre hay algo nuevo que aprender. Además, en general, la gente que me ha tocado conocer es bellísima, son muy buenas personas, muy talentosas.
Tengo que decirlo, antes, cuando me hablaban de la gente de la industria del sector tecnológico se me hacían medio ñoños, con una vida aislada, que a lo mejor o salían de un cuarto con una máquina y mi sorpresa ha sido muy gratificante pues es gente híper social, hay muchísima unidad entre todos; pues, aunque puede habar competencias, egos y otras cosas, en el fondo hay mucha unidad, hay gente a la que me ha tocado aprenderle muchas cosas. Creo que todas las personas tienen algo interesante que decir y de quien aprender.
R.- ¿A quién admiras?
Z.P.- De la industria hay mucha gente a la que admiro. Por ejemplo, está Juan Luis Tron, que me parece un tipo con un bagaje impresionante y una sencillez para transmitir su experiencia y sus conocimientos, por lo que es una de las personas que admiro muchísimo.
José Antonio Sánchez, quien también pesa muchísimo en la industria y que ha recorrido bastante. Además, mezcla sus conocimientos financieros y tecnológicos y desde luego le encanta el tema comercial.
Igualmente, el fundador de CVA, Fernando Miranda, quien, a mí, como a muchos otros, nos dejó muchísimas enseñanzas de una manera muy sencilla, sin soberbia, sin egos. Asimismo, admiro al culpable de que esté aquí, Armando Gallo; un tipo con muy buen bagaje, una persona que se supera todos los días, que no deja de aprender… en fin, serían de los principales, aunque hay más pero no quisiera herir susceptibilidades con alguna omisión.
R.- ¿Cuál fue el principal reto al que te enfrentaste al entra a la industria de TI?
Z.P.- Entender el mercado, cómo se mueve, en sus diferentes niveles. En las primeras platicas que tenía que dar, me angustiaba mucho no tener todas las bases o elementos técnicos de los productos, hasta terminó esa angustia al darme cuenta de que no necesitaba saber cuántos cables verdes o rojos tiene un equipo o si necesitaba núcleos, sino entender para qué funcionan las cosas.
Me quedó claro que el chiste era entender qué ventajas y beneficios le ofrece un equipo al usuario y eso se traduce en algo muy sencillo: cómo ese equipo le soluciona la vida a las personas o empresas. Entonces, me permitieron modificar las presentaciones que se les daba a los distribuidores, dejando de lado muchos de los aspectos técnicos y enfocándome más en cómo comercializar los productos, mostrando casos más prácticos.
Siempre que tengo la oportunidad de ofrecer una charla explico que la innovación no tiene que ver estrictamente con inventar algo nuevo y sobre todo, en esta industria, en donde mucha gente vive con la sombra de Steve Jobs, pensando en que tiene que inventar.
La innovación también puede ser mantener lo mismo, pero dándole una visión totalmente disruptiva o contraria a lo que se puede pensar; pensar fuera de la caja, lo que se traduce en que todo parte del entendimiento del mercado, qué hábitos de consumo tiene y cómo quiere consumir los productos. Cuando comienzas a entender hacia dónde se mueve el mercado, resuelves una muy buena parte de tus proyecciones de venta, tu estrategia comercial y eso parte desde el fabricante, pasando por lo mayoristas, hasta el canal.
R.- ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Z.P.- Tengo varios hobbies. Conforme vas creciendo, vas entendiendo que la vida se trata también de tener un equilibrio y sí, el trabajo y la vida profesional pueden resultar de pronto muy absorbentes, pero necesitas de repente estar contigo y con los tuyos. Mi principal hobbie es mi familia. Tengo una familia hermosa que formé hace 23 años; una hija de 20 años, un hijo que está por cumplir los 17 y una esposa encantadora.
Soy un melómano, me encanta la música y lo comparto con mis hijos que comparten mucho mis gustos. Es sorprendente pues a su corta edad les encanta Neil Diamond, rock de los 60’s, 70’s, etc. Me encanta explorar música nueva; los sábados en la noche me gusta estar buscando nuevas mezclas como las árabes y ritmos raros en general.
Me gusta la bicicleta de montaña. Ya van para 8 años de estarla practicando. Para mí es un deporte muy completo. No lo empecé a hacer por ejercicio sino por diversión y me enganché; hoy lo comparto con mi hijo que recientemente se integró a las rodadas.
También soy coleccionista de StarWars, desde los 6 años. Tengo una colección que ha ido creciendo. Tengo tres figuras con las cuales jugué cuando era niño, a mi hijo le tocó jugar con ellas y ahí están; sobrevivieron a los dos. Comparto la colección con mi hijo y tenemos cerca de 400 figuras, más naves, vehículos y merchandising (cascos y otras cosas por el estilo).
El cine también me gusta, aunque no hay mucho que presumir, pues me gusta el cine comercial, me gusta la ciencia ficción y la acción. No me gusta el cine de arte, pues cuando hago alguna cosa para distraerme no me gusta quedarme tan aprensivo o que me genere un trauma de dos días el estar pensando por qué pasó tal o cual situación en una película.
La lectura es otra de las cosas que me gusta, sobre todo el suspenso y el terror. Soy fan de Stephen King y curiosamente más de sus libros que de sus películas, aunque eventualmente me meto a otro tipo de lecturas. Para mí, la lectura es una manera de fugarte a otros lugares.
R.- ¿Qué libro recomendarías?
Z.P.- Hay un libro de Octavio Paz que me encanta y que recomiendo ampliamente: “Sor Juana Inés o las trampas de la Fe”, que contrario a lo que pudiera decir el título, es una retrospectiva de la mujer desde el año cero de la humanidad, hasta la actualidad. Aunque el libro tiene años que lo escribió Octavio, está muy vigente. Es una visión muy padre de la visión de la mujer en la vida.
R.- ¿Cómo te imaginas en un futuro?
Z.P.- Me imagino siguiendo en la industria, pues me gusta, me apasiona, me encanta… Planeo seguir desarrollándome profesionalmente. Aunque una dirección de Ventas, aquí en CVA, es un puesto atractivo y se antoja muchísimo, no creo quedarme solo aquí. Pretendo seguir generando carrera hacia adelante.
En temas de jubilación, todo depende cómo llegue mi cuerpo a los siguientes años, la vitalidad que tenga… Quizás estaría pensando en jubilarme por ahí de los setenta, setenta y cinco años, pues todavía tengo pila para rato. Quiero seguir aprendiendo mucho, actualizándome en todos los sentidos y sobre todo, de una manera divertida pues si no te divierte lo que haces, difícilmente vas a tener éxito o lo vas a disfrutar.
R.- ¿Qué consejo le darías al canal?
Z.P.- Haz algo que te divierta y en el momento que ya no lo haga, piensa en hacer otra cosa. Nunca dejes de divertirte pues si te divierte, seguro harás las cosas bien y con pasión.