Nuevamente llegó el 8 de marzo. Fecha que año con año se convierte en el escenario perfecto para inspirar y motivar a las jóvenes a que aprovechen sus habilidades para triunfar en el sector que elijan y en el que quieran destacar; al tiempo que millones de mujeres en el mundo unen su voz para continuar luchando por acabar con la brecha salarial y las desigualdades a las que se enfrentan día con día, por el simple hecho de ser mujer.
En este sentido, el tema de la igualdad de género y la poca participación de mujeres dentro de las empresas en puestos directivos o en disciplinas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, (STEM por sus siglas en inglés) sigue siendo una asignatura pendiente en muchos países.
En el caso específico de México, por ejemplo, la brecha de género en carreras STEM aún es muy notable. De hecho, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) informó que solo tres de cada 10 profesionistas en estas áreas son mujeres.
Panorama que se complica aún más cuando estudios revelan que el 72% de las mujeres en Latinoamérica están abandonando sus carreras por no recibir el suficiente apoyo para difundir sus proyectos.
Pensamiento analítico femenino
Y es que la participación en estas áreas no tendría porque estar ligada al género, sino a las capacidades, el talento, la visión y habilidades. Por naturaleza, las mujeres son más propensas a resolver problemas y entregar proyectos en tiempo y forma, así como también contribuyen con un pensamiento más analítico; habilidades que son indispensables en un mundo digitalizado.
De acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales en Estados Unidos, la participación femenina en áreas STEM cobra cada vez mayor importancia. Por ejemplo, se estima que el empleo en análisis de datos crecerá un 25 % en 2030 y el género femenino jugará un papel relevante debido a su propia naturaleza y a que cada día hay más niñas y mujeres interesadas en aprovechar al máximo las capacidades que la tecnología de información y los datos les ofrece.
Ante esto, es importante que las organizaciones pongan “su granito de arena” creando estrategias y una cultura que fomente la participación femenina en este tipo de ramas. Muestra de ello es SAS, compañía en la que actualmente las mujeres representan más del 40% de su plantilla laboral y 33% del liderazgo global.
Por lo tanto, uno de los retos, tanto para las escuelas como para las empresas, es difundir clara y ampliamente los diferentes campos de acción y el potencial de crecimiento que existe en el sector como parte de las grandes oportunidades existentes en la actualidad.
Mujeres manejando el corazón de las TI: el data center
Otro de los segmentos que tradicionalmente ha estado liderado por el género masculino es el ecosistema que conforma el centro de datos.
Aún así, a pesar de las grandes oportunidades que brinda este sector, las mujeres continúan enfrentándose a retos que ponen a prueba su capacidad de resiliencia y de sobrellevar situaciones difíciles.
De igual manera, de los mayores retos para las mujeres laboralmente activas es encontrar un equilibrio entre su vida personal y sus actividades profesionales, así como sentirse respaldadas por sus equipos de trabajo para hacer frente a diferentes situaciones.
Mujeres blindando a las compañías
La ciberseguridad es otra de las ramas de la tecnología en donde la participación femenina sigue siendo baja pese a ir poco a poco en aumento. De acuerdo con el reporte (ISC)² Cybersecurity Workforce Study, el porcentaje de mujeres en los puestos de trabajo del sector de ciberseguridad aumentó de 11% en 2013 a 24% en 2022.
Desde la perspectiva de Strike, eliminar esos estigmas y generar un ecosistema de seguridad cibernética más equitativo se puede lograr abriendo espacios en el hacking ético para profesionales que en las compañías tradicionales no encuentran cabida.
Un claro ejemplo es Yesenia Trejo, una hacker ética mexicana que es considerada la striker #1 de la compañía. La especialista está ranqueada con el mejor puntaje dentro de la plataforma SaaS de la firma y tiene el ratio de efectividad más alto, mismo que se obtiene al promediar el número de vulnerabilidades detectadas por hora de trabajo.
Sin embargo, la tarea no concluye en el sector de la ciberseguridad y el hacking ético. Es fundamental que todas las empresas tecnológicas sigan invirtiendo en la formación de profesionales femeninas enfocadas en alcanzar puestos de liderazgo, para así inspirar a las generaciones de niñas y jóvenes que vienen detrás y eliminar la brecha antes mencionada.
En gaming, ¡Mujeres toman el control!
El gaming es otro ejemplo del terreno ganado por las mujeres, aunque aún hay camino por recorrer, desde ocupar cargos directivos en compañías especializadas en el rubro, como generadoras de contenido, así como jugadoras profesionales.
Información publicada por la Entertainment Software Association( ESA) en 2022, reveló que de los 3 mil millones de personas que disfrutan de los videojuegos, 48 % se identifican como mujeres.
La ejecutiva precisó que actualmente, el equipo de liderazgo de gaming en la compañía está integrado por personas diversas y más de la mitad son mujeres. De hecho, compartió que las mujeres representan casi 30% de la fuerza laboral global central de la compañía.
Asimismo, existe un universo de chicas gamers que ya compiten y juegan a la par de muchos jugadores masculinos, gracias al crecimiento de los procesos digitales, y que presentaron una importante aceleración como resultado de la pandemia.
De acuerdo con el estudio “Mobile Gaming Research 2022”, realizado por Digital Turbine y difundido por Adsmovil, el 51 % de los mobile gamer en Latam son mujeres, muchas de las cuales juegan a la par de los más grandes profesionales.
Uno de los factores que han permitido esta democratización de los juegos ha sido también la evolución de los dispositivos móviles durante los últimos 25 años, ya que gracias a que los teléfonos inteligentes son cada vez más potentes, es posible emular muchos de los videojuegos que antes solo se podían disfrutar en una consola de videojuego o un equipo PC.
Así, nombres como Ama Blitz, Danyan Cat y Rivers, por mencionar a las tres más destacadas por el número de seguidores, son fácilmente reconocibles en redes sociales como Twitch, YouTube, Facebook e Instagram, donde no solo aficionados a los videojuegos sino también admiradores, se conectan para seguirlas e interactuar como sus seguidores.
De esta forma, durante los últimos años hemos sido testigos de la transición de un escenario en el que los videojuegos eran para niños, principalmente varones, a uno en el que, sin importar la edad, hombres y mujeres participan y se divierten en igualdad de condiciones.
En retrospectiva, resulta interesante ver cómo hace dos años, antes de que la pandemia nos alcanzara, a pesar de haber abierto brecha, muchas de las consumidoras de videojuegos seguían enfrentándose a un mercado manifiestamente sexista.
En los e-Sports, muchas mujeres se ocultan tras alias masculinos para evitar exponerse a insultos misóginos o a ser infravaloradas y así lo señalaron en su momento organizaciones como la Wonder Women Tech (WWT), las cuales destacaron la necesidad de educar a los usuarios en el respeto, además de animar a las mujeres a utilizar alias o personajes femeninos.
Aunque todavía hay trecho por recorrer, hoy miles de mujeres comparten la alegría de interactuar y jugar en el mundo de los videojuegos, demostrando que, para participar en el mundo de los videojuegos, es el talento y no el género el que marca la diferencia.
¿Si hacemos lo mismo, por qué no ganamos lo mismo?
Una de las principales ventajas de las carreras STEM es que sus egresados cuentan con un ingreso promedio más alto al resto de los profesionistas. Cifras del INEGI indican que ganan en promedio 8% más que otras áreas de desarrollo.
De igual forma, el IMCO indica que ocho de las 10 carreras mejor pagadas en México, pertenecen a este sector, incluyendo disciplinas como ingeniería mecánica y metalurgia, civil, industrial, mecánica y electrónica. Por ello, las mujeres que estudian estas carreras pueden aspirar a mejores oportunidades laborales.
Sin embargo, las mujeres que buscan un ingreso propio o que son el sustento de una familia tienen dificultades para desarrollar una carrera profesional.
De acuerdo con una encuesta realizada por Hiring Lab de Indeed (2021), el 35% de las mujeres no buscan un empleo para dedicarse por completo al cuidado de los hijos, o bien, no consideran que sea una prioridad al tener el respaldo económico de una pareja (41 %).
Estas diferencias de género se han reducido a raíz de la pandemia, ya que los trabajos remotos les permiten a las personas, hombre y mujeres por igual, poder desempeñar un rol en una empresa desde su hogar.
Aún así, todos estos escenarios pierden claridad y generan frustración entre el género femenino cuando la brecha salarial de género continúa siendo un tema en tendencia.
De acuerdo con Indeed, en México, en 2022, por cada 100 pesos que recibía un hombre en promedio por su trabajo al mes, una mujer ganaba 86 pesos, aún cuando la población ocupada femenina ha aumentado más que la masculina.
El gobierno de México, a través de su informe mensual de comportamiento económico para 2023, arrojó que para noviembre de 2022 la población femenina tuvo un incremento mensual de 1.1 % y la masculina de 0.5 %; en tanto, la variación anual fue de 6.5 % y 2.7 %, respectivamente.
El reporte de IMCO también mostró que en México prevalecen los estereotipos de género, lo que provoca una mayor concentración de la mano de obra femenina o masculina en determinados sectores y ocupaciones. Este fenómeno, conocido como segregación ocupacional, reduce los ingresos medios de las mujeres en comparación con los hombres.
De acuerdo con este informe, los sectores de la economía mexicana en los que los hombres ganan más que las mujeres son: la información de los medios masivos; otros servicios no gubernamentales; y comercio al por menor.
Por ejemplo, casi 6 de cada 10 personas que trabajan en el comercio minorista son mujeres, la mayoría están empleadas en el sector informal y con menos horas que los hombres, y generan un 26% menos de ingresos. En cambio, hay sectores en los que las mujeres ganan en promedio más que los hombres, como los servicios inmobiliarios, la construcción y la minería.
Estos sectores tienen una baja representación de mujeres, pero tienen acceso a mejores trabajos. Por ejemplo, solo el 4% de las personas que trabajan en la construcción son mujeres, pero la mayoría tiene títulos de licenciatura y acceso a puestos administrativos donde ganan un ingreso promedio superior al de los hombres.
Madalina Secareanu, gerente senior de Comunicación Corporativa de Indeed para LATAM, explicó que una manera de avanzar hacia la equidad salarial es la transparencia. De esta manera, el concepto de transparencia salarial se convierte en una filosofía que ofrece a las empresas una opción para ser responsable y centrado en el bienestar humano, para fomentar conversaciones abiertas sobre dinero y trabajo.